Júpiter era el rey del cielo y la tierra, gran jefe de todos los dioses del Monte Olimpo. Desde entonces, cuando no se encontraban ocupados creando nuevas leyes para los seres vivos, los dioses pensaban en pequeños juegos para entretenerse entre ellos mismos. Así, un día Júpiter mandó reunir a todos los animales y proclamó que le daría un gran premio a aquel que diera nacimiento al retoño más hermoso. Todos los animales se emocionaron por lo que rápidamente corrieron, saltaron, se arrastraron, volaron y nadaron en dirección a sus hogares para regresar con sus bebés para ser juzgados por el gran Júpiter!
La mamá mono trajo consigo a su bebé, su cabello aún no había empezado a crecerle, tenía sus ojos cerrados y su nariz tan plana como un hotcake. Cuando los dioses vieron a esta pobre criatura instantáneamente estallaron en risas incontrolables, sin poder evitárselo; Pero, mamá mono ni siquiera lo notó. Ella le dió una caricia a su pequeño bebé, le plantó un besote en su nariz plana y dijo:
"Ustedes los dioses puedes reírse todo lo que quieran" -y continuó- "Y no me importa quien obtenga el premio pues, hasta donde a mí me importa, MI BEBÉ SIEMPRE SERÁ EL MAS HERMOSO DE TODOS"
Que bonita historia!
Astro.
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