No lo notas.

El tiempo pasa y pasa,
y tú... no lo notas...
¿Cómo es que hago para respirar cada día?
si no lo notas...

No comprendes,
Que el viento que sopla y te acaricia,
Es mi alma que te llama y que te clama,
A regresar por mí, tu corazón.

¡No!, me rehuso,
A creer que no entendiste,
Una sola de las pruebas de mi amor,
Que me sacrifique a mí mismo, a causa del dolor.

Y que tuviste que irte a brazos de otro,
A buscar consuelo entre sus besos,
Y entonces decir "esto es lo que yo realmente amo"
¡Me rehuso!

Mas el tiempo pasa y pasa,
y tú... no lo notas...
Y yo, ¿qué hice de mí?
No tiene caso decirte... no lo notas.

Sin embargo...

Coloreo el atardecer, con tu sonrisa,
Y lloro a escondidas, quizá entre sueños,
Y aunque cada día sea una tortura, con sólo pensar en ti,
Yo soy feliz...

Es por eso...

Que solté tu mano (eso querías)
Y me hice a un lado (para que pasaras)
Y sonreí por ti...
sin importar que no lo notes.

Y le agradezco,
Si toco tu cuerpo y tu corazón,
Si obtuvo aquello por lo que morí...

Tu amor.

E incluso si no lo notas,
Yo siempre te estaré viendo,
Porque lo que se ama no se olvida,
El amor siempre brilla.

Por eso sigo enamorado,
De aquel niño que abracé bajo las nubes de un cielo azul,
A quien trate de enseñarle, que el camino era aún largo para él,
Y que yo tenía tantas ganas de verlo recorrerlo.

Por eso, sacrifiqué mi corazón,
Así te enseñaría... lo que es el amor...
Y si no lo notas, no hay rencor,
Que por eso, amor, lo noto yo.