¿Crees en Dios? (parte 2)

Well no one told me about her

The way she lied

Well no one told me about her

How many people cried

But it's too late to say you're sorry

How would I know?

Why should I care?

Please don't bother trying to find her
She’s not there

Él condujo toda la noche. Tú estabas sentado a su lado, camino a otras tierras. Una llamada esa noche me dejo una sutil despedida, con la tibieza de la sangre que aún no coagula, que aún no ha muerto.

Él conduce toda esta noche hacia su destino, lo encamina de un punto enlazándolo al ineludible momento de la confrontación que pondrá el punto final con “aquel” que ha intentado despojarlo de todo, de todo aquello que, aunque no siempre notemos, es lo más importante.

La venganza es una sed intensa, tan intensa que sólo la sangre la puede saciar.

La venganza es un asunto frío que se sirve en una bebida caliente.

Miras la carretera; iluminada por los faros delanteros se dibuja un camino, impredecible y perturbante, mientras se desdibuja y se oscurece un segundo después. ¿En que piensas? No tienes idea de lo que sucederá después de que las escenas ocurran y se borren (¿o acaso no, acaso nunca se irán?). Tú no tenías idea de lo que el verdadero miedo puede hacerle a una persona. ¡Tú no sabes nada!, nada de tanto que hay allá afuera para violentar al mundo. Las escenas se recorren una a una, para desdibujarse en el pasado que a veces duele mirar.

Piensas sobre el verdadero miedo…

¿Qué puede compararse a algo tan enorme?

Yo sé que lo sé… es algo muy simple y a la vez enorme…

Es un sabor…

Este sabor no es un sabor cualquiera, es un sabor agridulce y extraño, que acelera corazones y nos ocasiona las mentiras y las verdades más poderosas del mundo. Es un maldito venenos que lo cura todo, es una de esas drogas que querrás evitar que te vendan pero que al tenerla intensamente has de desear que te mate.

Ese sabor, sagrado y maldito, que los mortales desde que le conocimos llamamos “Amor”

¿Quién lo roba? ¿Quién lo da? ¿Quién lo merece? ¿Quién lo tiene?
No lo sé…
Ese enorme poder, una fuerza que contrarresta a esta violencia y que la confronta; Pero que a la vez está en la mira del ataque de esta noche. Vivir o morir, ganar o perder. Hoy las fuerzas confrontadas entran en lucha y una, sólo una, tiene derecho de seguir andando.

Y el amor ¿Qué será de él?
¿A dónde irá?
Si la batalla no termina bien
¿A dónde irá?

Tienes advertido no entrar
“no intentes jugar al héroe”
Tienes el miedo hasta en los huevos
¡Vaya héroe! ¡Cagándose en los calzones!

Respíralo,
Porque si no te dejará sin aliento,
Siente los pensamientos que fluyen sin control,
Esto, d-a-r-l-i-n-g, sucede cuando llega el verdadero miedo.

No hay tiempo de buscarte opciones,
No hay tiempo de discursitos pendejos,
Ni de escenas fantásticas que contar a los otros,
Porque para los otros -y lo sabes- esto es otra puta escena que pueden ver en un cine.

Pero estás ahí,
Parado frente a un carro que de no moverte tendrás que conducir tú solo,
¿Qué harás? ¡Decídete! ¿Qué harás?
No tenemos tiempo de llorar, no ahora.

Has entrado y ayudado en una situación que parecía decidida,
Has jugado tu rol en la pieza maestra que apuntaba a ser tragedia,
El dolor y el carmesí invaden con de un aroma dulzón la escena decisiva
Donde las fuerzas se confrontan y donde el único pensamiento dice…

“Creo que ya no lo veré”

Nobody said it was easy

It's such a shame for us to part

Nobody said it was easy

No one ever said it would be this hard

Oh take me back to the start…

Entre el espacio que sobra entre tu cara y la mía existe algo,
Una energía, que puede transformarlo todo,
En un segundo, ahí en el piso, las escenas completas se recorren,
Has pronunciado mi nombre en tu cabeza,
Mientras un ángel y un diablo se disputan tu destino.

Pienso en la tibieza de la brisa recorriendo mi cabello,
Tu cara y mi cara, diciendo que este encuentro tenía que suceder,
Pienso en el esperado beso, que cura todos los males,
Para hacernos enfermar de un mal que queremos que sea nuestro.

“Vas a vivir”
Vas a vivir y a aprender…

Que la vida es una secuencia llena de tramos que duelen, llena de escenarios y de personajes que van tejiendo la vida del protagonista, llena de preguntas y respuestas que cambian constantemente. Vas a vivir para saber que has encontrado un tesoro, un tesoro más grande que cada piedra y cada grano de arena en el desierto.
Vas a vivir y vas a aprender que los héroes anónimos son los que dejan las huellas más profundas y que nadie conoce sus nombres, que nadie sabe las maravillas que han hecho por un mundo.

Los verdaderos héroes dejan un corazón latiendo, un hijo creciendo, un jardín con flores.

Dan otro día para más drogas, para que vayas y te empedes una vez más en el antro. Los verdaderos héroes te empujan a la vida, te dejan besar otros labios y cojerte otros cuerpos. Los verdaderos héroes, como aquel que de verdad te ama, desean que seas feliz, con todo lo que ello representa, incluso dejarte atrás.

Porque de nadie depende nuestra vida ni nuestra decisión,
Nosotros hemos decidido a quien amamos, por quien vivimos y por quien morimos. Nosotros hemos caminado, hemos crecido, hemos amado y seguiremos aprendiendo. Porque allá afuera, viviré y vivirás para las preocupaciones vanas, para los momentos de más risa y las chelas que no acaben, porque te necesito con vida para contarte de mis sueños y de mis ganas de seguir andando, para que te sepas las historias y uno a uno pasen nuestros días.

Entonces la batalla gira de secuencia,
Y existe un segundo para deshacer al enemigo,
Como sea y como puedas tienes que salir de ahí vivo,
Es la única manera de volver a verme.

Vivir para contarlo a alguien,
Vivir para mirar sus ojos,
Tienes que vivir para que te deshagan el corazón,
Para que sonrías cuando te quedé claro que jamás podré olvidarte.

Tú enemigo te ha madreado, los ha madreado,
Y créeme: si lo dejas, va a matarte
No tenemos tiempo de ser piadosos con quien quiere sangre,
La verdadera locura, poco tiene que ver con palabritas.

Termina con esto,
Termina con él,
Es hora de que quede claro,
Que es por amor que vienen por él.

Ese amor que él destruyó sin piedad,
Ese amor, que golpeo hasta querer matar,
Ese amor, que puso a andar las fuerzas más crueles del interior,
Ese amor, que quizá ya no verás si dejas que te mate.

Entonces la batalla se decide,
En forma de una putiza que jamás podrá olvidar,
En forma del dolor y la agonía, que no le dejen volver a andar,
No hay peor castigo para un alma dolida y atormentada que dejarle verdaderas heridas y que la vida le desangre.

Para algunos, el peor castigo en un momento así es tener que seguir viviendo.

Entonces te encontré,
Con dos moretones y una larga somnolencia,
Me hablaste de todo esto,
Lloré por ti.

Porque prometí cuidarte,
Como sea que yo pudiere,
Me prometí a mi mismo,
Que jamás estarías tú solo.

Y no lo estabas.

El verdadero miedo no te da tiempo,
No es pensar ni es planear, es acción pura,
Vivir o morir, es una decisión muy dura,
Creo que nuestros lectores siempre creerán que es un cuento.

Si te desean podrían tenerte,
Si de tocarte se trata, quizá puedan lograrlo,
Yo no necesito tocarte para ser feliz contigo,
Yo no necesito de ti de la forma usual y por eso yo te tengo.

Nuestras acciones pesan sobre muchos lugares al mismo tiempo. Sin darnos cuenta, los hilos de una historia tejen líneas en otra y en otras. Sin saber, todos trabajamos unos con otros y en el mismo segundo, las historias todas son una misma. Su dolor es tu dolor y entonces mío, porque sin saberlo, todo es una sola cosa. Donde estás y como estés, nuestras acciones tienen consecuencias. Vivir para volver a ver, vivir para volver a soñar, vivir para decirte de nuevo un “te quiero”, vivir para dejar mensajes en el corazón.

Nuestros demonios enfrentamos en el camino que nos lleva,
De lugar del que partimos a aquel al cual vayamos,
Nuestro vivir es caminar, caminar y ver paisajes,
Y preguntarnos en algún momento: ¿crees en Dios?

Why do you?

Why do you ask?

Why I'm not blaming my God?

I'll tell you

I'll tell you what he was the only one there…

“My man's got a heart like a rock cast in the sea”

En el camino se dibujan,

escenas de una película vivida,

que pasan una a una, lentamente.

Él conduce.
Creo que ese simple hecho ha valido todo.

Él está conduciendo.

...

¡Oye!

Héroe anónimo,
Donde estés esto es por ti,
Por la gracia de mirar tus ojos…

Porque, ¿Sabes?

Creo que sí me verás.