Historias de hojas que se llevó el otoño.
Se han ido, no pude evitarlo. No pude pararme frente al gran árbol y abrazar cada hoja que tiraba, menos las que quise tanto.
Abrazar recuerdos es insano cuando te detiene en el mismo punto y tú mismo sabes que te imposibilita a continuar y hay que reconocer esto: Todo cambia, siempre lo ha hecho.
Entonces tomé asiento a la vera del río y disfrute el juego y el recuerdo de los momentos mas bellos. Vi como perdieron el color esas historias y como se desprendieron del gran árbol de mi vida. Cayeron al río y antes de decir adiós volvieron a mí en 3 historias que quedan para siempre.
Historias que calientan con su recuerdo en el Invierno.
(no son historias propias, sin embargo están contadas en primera persona, cual vinieron en el recuerdo que llego contado a mi cabeza esa última vez)
El amigo que lo era todo.
Íbamos en secundaria, recuerdo haber sido apasionado de las series de animé desde aquel entonces. Yo tenía un amigo, un amigo muy cercano y ese wey y yo solíamos compartir muchas cosas en común empezando por una gran coincidencia que era que nos llamábamos igual y que teníamos el mismo primer apellido! No es usual encontrar ese tipo de casualidades en la vida (si es que existen tales casualidades) y aquella era una circunstancia bastante particular.
Éramos buenos amigos, oíamos música juntos, jugábamos juntos y a ambos nos fascinaba el animé, en especial Sailor Moon. Solíamos salir corriendo de secundaria para llegar a mi casa corriendo a grabar los capítulos y para ello usábamos cintas Beta que ahora ya ni se ven mas que como un recuerdo. Esto sucedía cada día, durante semanas, compartiendo la prisa, los juegos, la música y esa media hora de grabar a Sailor Moon.
Teníamos mucho en común pero eso no logró mantenernos durante mucho tiempo… él se fue, se esfumó de mi vida y créeme que aún me preguntó como fue que desapareció, cómo fue que se desvaneció esa amistad con el tiempo y sin dejar un rastro que seguir para buscarle.
Le extraño cuando recuerdo esto, porque como adolescentes que éramos él convivió conmigo en una etapa de las más difíciles de mi vida, la de reconocimiento de quien era yo.
No sé decir si me enamoré de él, si es verdad que para mí él era más que simplemente un amigo, nunca tuve tiempo ni de entenderlo ni de decirlo pues desapareció. Pero una cosa es segura: trascendió y permanece como la persona que logró ser todo para mí de una forma honesta y desinteresada, sin la dependencia excesiva de un sentimiento o de un instinto sexual.
Es quizá un recuerdo ahora y será sólo eso por el resto de mis días, pero creo que puedo estar contento y feliz de saber que en aquellos días de adolescencia, compartí mi serie favorita con el amor de mi vida.
Vivirás para siempre.
Sólo he tenido dos novios en mi vida. Han sido esas dos únicas veces en las que yo me he entregado a una persona completamente, que hemos sido uno en el camino. El primero de ellos es alguien que vivirá por siempre, su recuerdo no se extingue ni se apaga, así será para mi eternamente.
Solíamos tener la relación que tiene todo el mundo, no te creas que esta es una historia de amor de esas de cuento, teníamos problemas como todos y nuestros ratos de mandarnos a la chingada! Y obviamente teníamos esos reencuentros en la cama que siempre aliviaban tanto.
Cuantas cosas no hicimos! Cuantas reglas no rompimos y aventuras no corrimos! Fue de lo más especial el tener a tu lado a un cómplice, a un amigo, a ese ser que llenaba completamente tu existencia y que sin embargo podías ser siempre tú mismo, sin dividirte ni exagerar el sentimiento.
Lo que más recuerdo de él es que me cuidaba, que me protegía. Nunca he necesitado que me protejan pues he sido capaz de enfrentarme a mis pedos yo solo, pero saber que él estaba presente y que contaba con su presencia era algo que llenaba mi corazón, que me hizo creer en todas esas cosas tiernas y dulces que escucho cuando pongo a Enya en el Estéreo, la neta era un buen amor, un gran amor.
Un día ocurrió que tuve un accidente y tuve que estar hospitalizado durante semanas y fue muy importante para mí su apoyo, verlo cerca de mí, ayudándome y llevándome lo que necesitaba. Él estuvo ahí durante horas cada día y nunca se quejaba de hacerlo, lo hacía con esa mirada que sólo cuando estas enamorado expresas. Fueron días llenos de esa luz, llenos de esa paz. Me bañaba, me ayudaba a cambiarme y estuvo presente el día que salí del hospital. En verdad que esta es una de esas cosas que no cualquiera vive ni hace.
¿Por qué terminó entonces esa relación? Porque no pude quitárselo de las manos a la muerte, porque todo se detuvo cuando él murió. Fue un accidente de auto, sobra decir que a partir de entonces fueron días nefastos. No me gusta hablar de eso, porque es pasado, simplemente recuerdo lo mejor, porque fue una gran relación y yo tenía que seguir adelante. Por eso valoro la vida, valoro lo que hago y lo que tengo y no me clavo en pensar en el dolor, simplemente vivo para ser feliz y pasarlo bien, creo que así es mejor… no te claves en el pasado, recuerda de él lo mejor.
Es por eso que no suelo tener novios, porque no es cualquier cosa el estar con una persona en la buenas y en las malas y tienes que saber que realmente estas comprometido con lo que haces y con esa persona con la que ahora te compartes. No es usual que yo le pida a alguien que siga ese camino conmigo, creo que por eso esto es tan especial para mí y te cuento este pasaje de mi historia.
El ensueño fugaz.
Le conocí en un antro, le conocí aquella noche que estuvo a punto de nunca pasar. Yo trabajaba muchas horas esos días y no completaba mi cuota necesaria para poder sostener mis gastos en el sueldo de esa semana. Obviamente la carga de estrés era fuerte y mi pareja me insistió mucho en pedir permiso para salir fuera de la ciudad y dispersarme un rato, decía que me hacia falta. Yo no quería ir, no tenía ganas y discutí al respecto con mi pareja quien evidentemente se molestó por mi decisión; fueron mis amigos del trabajo quienes me convencieron para ir, pues de cualquier manera el permiso estaba dado y no tendría otra oportunidad de aprovechar el tiempo y regresar mas tranquilo.
Llegamos directamente al lugar, entramos y desde que entre lo vi, estaba ubicado al pie de una escalera, se veía muy atractivo, con un cuerpo bien cuidado y ese semblante mamón que suele tener la gente que se sabe vista por medio antro.
¿Qué el me viera? Jaja! No! Claro que no! No lo pensé ni por un momento. Pero lo hizo.
En el transcurso de la noche su mirada era insistente, me buscaba y me llamaba con ese coqueteo que sabemos irresistible, pero yo no podía moverme! Yo iba con mi pareja y no creo que fuera justo que yo hiciera eso.
Mi chavo se fue a bailar con sus amigos y yo me dirigí a la barra por un par de bebidas, él entonces me abordó y me tiro la onda de inmediato, yo le rechace y le dije que tenía compañía y regresé a mi mesa. Pasaron 5 minutos cuando él apareció de nuevo, camino hacia mi mesa y aventó un papel hacia mí. El papel contenía sus datos y como localizarle y yo no podía creerlo, que un tipo como él se fijara en mí! Neta! No lo creí!
No te miento, le llame y a partir de esa llamada empezamos a hablar regularmente, pasaron 15 días cuando surgió la oportunidad de vernos y desde que yo llegué él ya estaba ahí, esperándome. Se veía fantástico, simplemente era alguien que mas que un cuerpo perfecto también mostraba tener un corazón abierto y yo no daba crédito de creer que la persona tan atractiva que estaba ahí delante de mí estuviera buscando algo más que un encuentro casual en mí. Me abrazó como si fuera un viejo conocido, me dijo que era justo como estaba como él me recordaba y entonces dimos un paseo por el lugar, pasamos horas juntos, conduciendo en su moto por la ciudad. Conocí a algunos amigos, platicábamos interminablemente y en cierto punto de la ciudad comenzó a llover. Nos detuvimos a resguardo de la lluvia debajo de un paso a desnivel y ahí detenidos, rodeados de automóviles y aún mojándonos un tanto fue que me beso, fue un beso que saturó mis sentidos, que me hizo volar. No podía ser que me estuviera yo clavando en esto, no tan rápido!
Esa noche terminó en su casa y pude ver ese cuerpo perfecto que tanto podía imaginar debajo de la ropa, fue un encuentro tierno, simplemente dormir juntos, compartir la cama con un alma mas que con un cuerpo.
A partir de entonces empezó una relación y fue muy grato pasar aquellos días enamorado, aunque yo bien sabia que me había clavado muy pronto y que eso me resultaba peligroso.
El final de esta historia comenzó con la primera y única vez que estuvimos juntos íntimamente, él vino a visitarme y salimos juntos a bailar. Él venía un poco resfriado y en cierto punto de la noche no tuvimos mas remedio que ir a descansar. Esa noche nos encontramos cuerpo a cuerpo por primera y única vez y fue la noche que concreto ese tumulto de sensaciones y sentimientos que ambos manteníamos contenidos en el corazón.
Después, todo cambió. Se empezó a comportar distante, ajeno. Mis llamadas ya tenían menor eco y los mensajes se volvieron inconstantes. Evitaba llamadas y ya no podía encontrarle. Cuando hubo oportunidad de hablar me explico que tenía problemas, que todo estaba bien con nosotros pero que necesitaba resolver broncas que tenía consigo mismo. No pude conformarme con esa respuesta y partí a buscarle a la siguiente semana, él se mostró como si nada pasara pero finalmente tuvo que aceptar que no era un buen momento para él en aquel tiempo. Traté de demostrar que me encontraba dispuesto a enfrentar la crisis a su lado pero de nuevo su actitud fue evitarme, así deje de saber de él hasta 6 meses después que volví a encontrarle. Él tenía novio y ahora yo tenía al mío, fue vernos y no poder evitar encontrarnos, buscarnos. Encontré el momento para ir y poder hablar y no tuve mucha conversación, simplemente la confirmación de que ambos habíamos continuado nuestra vida sin haber concluido jamás nuestra propia historia.
Esa noche se fue y al partir no dejo de mirarme ni yo de preguntarme como es que desapareció todo esto, como es que se perdió un sentimiento que parecía tan puro y tan bello.
Le llame hace días, me dijo que le daba gusto escuchar mi voz. Mi corazón tembló de nuevo, creo que no es algo que haya superado. Me dijo que volviera a marcarle mas tarde para conversar mas sobre lo que había ocurrido, el resultado no fue una sorpresa, ya no supe más de él.
Fueron instantes y me brindo uno de los días mas felices de mi vida, fue un ensueño fugaz que hoy sólo queda en mi memoria.
La primavera llegará.
Atardece ya, el sol se cuela entre las ramas de un árbol que una vez más muda de historias; sus hojas han caído al agua y han partido ahora, lo que era ya no es, lo que venga llegará.
He dormitado en la roca y el río me susurra su canción de alivio, escucho una voz en mi cabeza y me dice que aún queda mas en el camino.
La primavera llegara, siempre hay un nuevo comienzo para todos los ciclos. Nada comienza ni nada termina y todos estamos enlazados para siempre a ese ciclo.
Todo lo que tienes, todo lo que eres, tiene cabida entre los ecos del universo, todo lo que gritas, todo lo que sueñas, es escuchado por la inmensidad y el silencio que inunda al espacio.
No hemos quedado vacíos ni sin hojas, hemos mudado de piel transformados por las experiencias que ahora llevamos tatuadas a la piel.
Los recuerdos vivirán por siempre, como yo siempre recuerdo a los que se van.
Se han ido, no pude evitarlo. No pude pararme frente al gran árbol y abrazar cada hoja que tiraba, menos las que quise tanto.
Abrazar recuerdos es insano cuando te detiene en el mismo punto y tú mismo sabes que te imposibilita a continuar y hay que reconocer esto: Todo cambia, siempre lo ha hecho.
Entonces tomé asiento a la vera del río y disfrute el juego y el recuerdo de los momentos mas bellos. Vi como perdieron el color esas historias y como se desprendieron del gran árbol de mi vida. Cayeron al río y antes de decir adiós volvieron a mí en 3 historias que quedan para siempre.
Historias que calientan con su recuerdo en el Invierno.
(no son historias propias, sin embargo están contadas en primera persona, cual vinieron en el recuerdo que llego contado a mi cabeza esa última vez)
El amigo que lo era todo.
Íbamos en secundaria, recuerdo haber sido apasionado de las series de animé desde aquel entonces. Yo tenía un amigo, un amigo muy cercano y ese wey y yo solíamos compartir muchas cosas en común empezando por una gran coincidencia que era que nos llamábamos igual y que teníamos el mismo primer apellido! No es usual encontrar ese tipo de casualidades en la vida (si es que existen tales casualidades) y aquella era una circunstancia bastante particular.
Éramos buenos amigos, oíamos música juntos, jugábamos juntos y a ambos nos fascinaba el animé, en especial Sailor Moon. Solíamos salir corriendo de secundaria para llegar a mi casa corriendo a grabar los capítulos y para ello usábamos cintas Beta que ahora ya ni se ven mas que como un recuerdo. Esto sucedía cada día, durante semanas, compartiendo la prisa, los juegos, la música y esa media hora de grabar a Sailor Moon.
Teníamos mucho en común pero eso no logró mantenernos durante mucho tiempo… él se fue, se esfumó de mi vida y créeme que aún me preguntó como fue que desapareció, cómo fue que se desvaneció esa amistad con el tiempo y sin dejar un rastro que seguir para buscarle.
Le extraño cuando recuerdo esto, porque como adolescentes que éramos él convivió conmigo en una etapa de las más difíciles de mi vida, la de reconocimiento de quien era yo.
No sé decir si me enamoré de él, si es verdad que para mí él era más que simplemente un amigo, nunca tuve tiempo ni de entenderlo ni de decirlo pues desapareció. Pero una cosa es segura: trascendió y permanece como la persona que logró ser todo para mí de una forma honesta y desinteresada, sin la dependencia excesiva de un sentimiento o de un instinto sexual.
Es quizá un recuerdo ahora y será sólo eso por el resto de mis días, pero creo que puedo estar contento y feliz de saber que en aquellos días de adolescencia, compartí mi serie favorita con el amor de mi vida.
Vivirás para siempre.
Sólo he tenido dos novios en mi vida. Han sido esas dos únicas veces en las que yo me he entregado a una persona completamente, que hemos sido uno en el camino. El primero de ellos es alguien que vivirá por siempre, su recuerdo no se extingue ni se apaga, así será para mi eternamente.
Solíamos tener la relación que tiene todo el mundo, no te creas que esta es una historia de amor de esas de cuento, teníamos problemas como todos y nuestros ratos de mandarnos a la chingada! Y obviamente teníamos esos reencuentros en la cama que siempre aliviaban tanto.
Cuantas cosas no hicimos! Cuantas reglas no rompimos y aventuras no corrimos! Fue de lo más especial el tener a tu lado a un cómplice, a un amigo, a ese ser que llenaba completamente tu existencia y que sin embargo podías ser siempre tú mismo, sin dividirte ni exagerar el sentimiento.
Lo que más recuerdo de él es que me cuidaba, que me protegía. Nunca he necesitado que me protejan pues he sido capaz de enfrentarme a mis pedos yo solo, pero saber que él estaba presente y que contaba con su presencia era algo que llenaba mi corazón, que me hizo creer en todas esas cosas tiernas y dulces que escucho cuando pongo a Enya en el Estéreo, la neta era un buen amor, un gran amor.
Un día ocurrió que tuve un accidente y tuve que estar hospitalizado durante semanas y fue muy importante para mí su apoyo, verlo cerca de mí, ayudándome y llevándome lo que necesitaba. Él estuvo ahí durante horas cada día y nunca se quejaba de hacerlo, lo hacía con esa mirada que sólo cuando estas enamorado expresas. Fueron días llenos de esa luz, llenos de esa paz. Me bañaba, me ayudaba a cambiarme y estuvo presente el día que salí del hospital. En verdad que esta es una de esas cosas que no cualquiera vive ni hace.
¿Por qué terminó entonces esa relación? Porque no pude quitárselo de las manos a la muerte, porque todo se detuvo cuando él murió. Fue un accidente de auto, sobra decir que a partir de entonces fueron días nefastos. No me gusta hablar de eso, porque es pasado, simplemente recuerdo lo mejor, porque fue una gran relación y yo tenía que seguir adelante. Por eso valoro la vida, valoro lo que hago y lo que tengo y no me clavo en pensar en el dolor, simplemente vivo para ser feliz y pasarlo bien, creo que así es mejor… no te claves en el pasado, recuerda de él lo mejor.
Es por eso que no suelo tener novios, porque no es cualquier cosa el estar con una persona en la buenas y en las malas y tienes que saber que realmente estas comprometido con lo que haces y con esa persona con la que ahora te compartes. No es usual que yo le pida a alguien que siga ese camino conmigo, creo que por eso esto es tan especial para mí y te cuento este pasaje de mi historia.
El ensueño fugaz.
Le conocí en un antro, le conocí aquella noche que estuvo a punto de nunca pasar. Yo trabajaba muchas horas esos días y no completaba mi cuota necesaria para poder sostener mis gastos en el sueldo de esa semana. Obviamente la carga de estrés era fuerte y mi pareja me insistió mucho en pedir permiso para salir fuera de la ciudad y dispersarme un rato, decía que me hacia falta. Yo no quería ir, no tenía ganas y discutí al respecto con mi pareja quien evidentemente se molestó por mi decisión; fueron mis amigos del trabajo quienes me convencieron para ir, pues de cualquier manera el permiso estaba dado y no tendría otra oportunidad de aprovechar el tiempo y regresar mas tranquilo.
Llegamos directamente al lugar, entramos y desde que entre lo vi, estaba ubicado al pie de una escalera, se veía muy atractivo, con un cuerpo bien cuidado y ese semblante mamón que suele tener la gente que se sabe vista por medio antro.
¿Qué el me viera? Jaja! No! Claro que no! No lo pensé ni por un momento. Pero lo hizo.
En el transcurso de la noche su mirada era insistente, me buscaba y me llamaba con ese coqueteo que sabemos irresistible, pero yo no podía moverme! Yo iba con mi pareja y no creo que fuera justo que yo hiciera eso.
Mi chavo se fue a bailar con sus amigos y yo me dirigí a la barra por un par de bebidas, él entonces me abordó y me tiro la onda de inmediato, yo le rechace y le dije que tenía compañía y regresé a mi mesa. Pasaron 5 minutos cuando él apareció de nuevo, camino hacia mi mesa y aventó un papel hacia mí. El papel contenía sus datos y como localizarle y yo no podía creerlo, que un tipo como él se fijara en mí! Neta! No lo creí!
No te miento, le llame y a partir de esa llamada empezamos a hablar regularmente, pasaron 15 días cuando surgió la oportunidad de vernos y desde que yo llegué él ya estaba ahí, esperándome. Se veía fantástico, simplemente era alguien que mas que un cuerpo perfecto también mostraba tener un corazón abierto y yo no daba crédito de creer que la persona tan atractiva que estaba ahí delante de mí estuviera buscando algo más que un encuentro casual en mí. Me abrazó como si fuera un viejo conocido, me dijo que era justo como estaba como él me recordaba y entonces dimos un paseo por el lugar, pasamos horas juntos, conduciendo en su moto por la ciudad. Conocí a algunos amigos, platicábamos interminablemente y en cierto punto de la ciudad comenzó a llover. Nos detuvimos a resguardo de la lluvia debajo de un paso a desnivel y ahí detenidos, rodeados de automóviles y aún mojándonos un tanto fue que me beso, fue un beso que saturó mis sentidos, que me hizo volar. No podía ser que me estuviera yo clavando en esto, no tan rápido!
Esa noche terminó en su casa y pude ver ese cuerpo perfecto que tanto podía imaginar debajo de la ropa, fue un encuentro tierno, simplemente dormir juntos, compartir la cama con un alma mas que con un cuerpo.
A partir de entonces empezó una relación y fue muy grato pasar aquellos días enamorado, aunque yo bien sabia que me había clavado muy pronto y que eso me resultaba peligroso.
El final de esta historia comenzó con la primera y única vez que estuvimos juntos íntimamente, él vino a visitarme y salimos juntos a bailar. Él venía un poco resfriado y en cierto punto de la noche no tuvimos mas remedio que ir a descansar. Esa noche nos encontramos cuerpo a cuerpo por primera y única vez y fue la noche que concreto ese tumulto de sensaciones y sentimientos que ambos manteníamos contenidos en el corazón.
Después, todo cambió. Se empezó a comportar distante, ajeno. Mis llamadas ya tenían menor eco y los mensajes se volvieron inconstantes. Evitaba llamadas y ya no podía encontrarle. Cuando hubo oportunidad de hablar me explico que tenía problemas, que todo estaba bien con nosotros pero que necesitaba resolver broncas que tenía consigo mismo. No pude conformarme con esa respuesta y partí a buscarle a la siguiente semana, él se mostró como si nada pasara pero finalmente tuvo que aceptar que no era un buen momento para él en aquel tiempo. Traté de demostrar que me encontraba dispuesto a enfrentar la crisis a su lado pero de nuevo su actitud fue evitarme, así deje de saber de él hasta 6 meses después que volví a encontrarle. Él tenía novio y ahora yo tenía al mío, fue vernos y no poder evitar encontrarnos, buscarnos. Encontré el momento para ir y poder hablar y no tuve mucha conversación, simplemente la confirmación de que ambos habíamos continuado nuestra vida sin haber concluido jamás nuestra propia historia.
Esa noche se fue y al partir no dejo de mirarme ni yo de preguntarme como es que desapareció todo esto, como es que se perdió un sentimiento que parecía tan puro y tan bello.
Le llame hace días, me dijo que le daba gusto escuchar mi voz. Mi corazón tembló de nuevo, creo que no es algo que haya superado. Me dijo que volviera a marcarle mas tarde para conversar mas sobre lo que había ocurrido, el resultado no fue una sorpresa, ya no supe más de él.
Fueron instantes y me brindo uno de los días mas felices de mi vida, fue un ensueño fugaz que hoy sólo queda en mi memoria.
La primavera llegará.
Atardece ya, el sol se cuela entre las ramas de un árbol que una vez más muda de historias; sus hojas han caído al agua y han partido ahora, lo que era ya no es, lo que venga llegará.
He dormitado en la roca y el río me susurra su canción de alivio, escucho una voz en mi cabeza y me dice que aún queda mas en el camino.
La primavera llegara, siempre hay un nuevo comienzo para todos los ciclos. Nada comienza ni nada termina y todos estamos enlazados para siempre a ese ciclo.
Todo lo que tienes, todo lo que eres, tiene cabida entre los ecos del universo, todo lo que gritas, todo lo que sueñas, es escuchado por la inmensidad y el silencio que inunda al espacio.
No hemos quedado vacíos ni sin hojas, hemos mudado de piel transformados por las experiencias que ahora llevamos tatuadas a la piel.
Los recuerdos vivirán por siempre, como yo siempre recuerdo a los que se van.
Es hora de seguir andando...
1 comentario:
En mi caso...la primavera no llega a Ozkarland.
Publicar un comentario