Astro Bastion

Mi labor de búsqueda empezó hace muchos días. Dió comienzo cuando miré a mí alrededor y sentí las ganas de encontrarme un nuevo hogar.

Las paredes ya me limitaban, las ventanas llevan meses cerradas y la luz apenas puede entrar, cada maldito rincón tiene color melancolía, cada sala, cada cuarto apesta a aroma de cuerpos y cafeína y está toda esa cantidad de periódicos, todos amontonados en el suelo ¿Cómo es que hay tantos ya?

Entonces me miré a mi mismo, con ganas de gritar, con el llanto ahogado. Quise reírme, quise morir, tuve tantas ganas de buscar a alguien pues me enloquece estar aquí solo y tras mucho debatirme opté afortunadamente por salir.

Caminé por los jardines (yo nunca corro cuando estoy afuera), que están llenos de tulipanes y de esas rosas que un jardinero brillante se empeñó en plantar. Pasé de largo, pasé meditabundo y con las ganas de asirme de un par de alas e irme hacia el mar. Pensé un momento en esas alas, pensé que quizás arriba, quizás volando en el cielo, todo se vea más claro, tal vez donde no haya ventanas ni paredes ya no me sienta yo tan limitado. Pero soy humano, que está clavado de pies a la tierra y cuya limitación principal le vive dentro y no le sigue afuera.

Voy continuando el camino, voy entre los verdes muros, pasó entre todos estos muros de piedra antigua y entonces, tras mucho andar, es que doy con esa vieja puerta.

La puerta que lleva mi nombre.

La puerta que conduce a otros lados de mí mismo.

Y entonces es claro: tengo necesidad de renacer de mí. Vivo cansado de esta falta de espacio, de que yo saturé todo de recuerdos, de tristezas y sonrisas que se pudren de tanto que las lamo.

Basta ya de autocomplacencias! Todo cambió! Se movió!

Entonces Astro vuelve a ser estrella en movimiento.

La puerta lleva grabados los momentos del recuerdo, cuenta historias de un pasaje que tatuado llevo por dentro. Es un testimonial, de varios, que cuenta sobre el paso de mis días, sobre las vidas que he hecho y las muchas veces que ya he muerto. Te habla de mis días con alas, te habla de mis días con otros sueños, te habla de esos miedos que persisten y de todas esas ganas y anhelos. Tatuado como se tatúan canciones o palabras es como en imágenes mi propia puerta me muestra mi mundo, mi mundo y su necesidad de cambio, Astro es una estrella en movimiento.

Nunca he sido como los demás que caminan por las calles, nunca he seguido los pasos de cualquier común. Mil veces he de ir al lado contrario de donde se dirijan todos y muchísimas otras he seguido el cauce o callado o a grito abierto, pero detesto hacerlo sin dejar marca.

Siempre decido, Siempre he podido decidir si hago o si callo, si quiero o si temo, siempre lo decido.
Y hoy decido que es suficiente, que el tiempo que requiera tomaré pero que grabaré esta puerta una vez más.

Llevo meses preparando un nuevo mundo, mi nueva morada, ese nuevo castillo. Los balcones dan a sitios nuevos y los jardines corren y se esparcen en espacios diferentes. Tengo cuadros de distintas personas que adornan las alas de cada punto cardinal y no obstante eso es mi corazón al que busco en los objetos que coloco.

Una vez más me he tomado tiempo, he salido a encontrarme tesoros que contengan corazón. Porque para grabar un mensaje en la puerta que lleva mi nombre sólo puedo colocarle algo que tiene un sentido, una energía. Sólo así provoco magia, lo que vive en mí crea o destruye, pero nunca deja de hacer algo.

Tiempo al tiempo para crear el sueño que me lleve del pasado hacia el futuro, mezclo un poco de lágrimas y de pasado con un presente lleno de sus positivos y sus negativos. El futuro, invocado y convocado, yace despierto con una palabra que está tatuada por toda mi tierra y que no podré borrar ni de mi alma, ni de mi cuerpo ni de la puerta:

Todo esto, ha sido experiencia.

Mañana en la mañana, Luis despertará en su nuevo bastión.

(y la puerta, lo último que faltaba, está casi lista)