19 diciembre 2006

Heartbeat.

Coelho, Paulo; El Alquimista.Grijalbo, 1988. pp 162-164.

...El muchacho procuraba escuchar a su corazón.
Era un corazón difícil: antes estaba acostumbrado a partir siempre, y ahora quería llegar a cualquier precio. A veces, su corazón pasaba horas enteras contando historias nostálgicas, otras veces se emocionaba con la salida del sol en el desierto y hacía que el muchacho llorara a escondidas. El corazón latía más rápido cuando hablaba sobre el tesoro y se hacía más perezoso cuando los ojos del muchacho se perdían en el horizonte infinito del desierto. Pero nunca estaba en silencio, incluso aunque el chico no cambiara una palabra con el Alquimista.
- ¿Porque hemos de escuchar al corazón? - preguntó el muchacho, cuando acamparon aquel día.
- Porque donde esté él, es donde estará tu tesoro.
- Mi corazón es muy agitado - dijo el chico-.
Tiene sueños, se emociona y esta enamorado de una mujer del desierto. Me pide cosas y no me deja dormir muchas noches, cuando pienso en ella.
- Eso es bueno. quiere decir que está vivo. Continúa escuchando lo que tenga que decirte.
En los tres días siguientes, los dos pasaron cerca de algunos guerreros y vieron a otros grupos en la lejanía. El corazón del muchacho empezó a hablarle de miedo. Le contaba historias que habia escuchado del alma del Mundo, historias de hombres que fueron en busca de sus tesoros y jamás los encontraron. A veces, lo asustaba con el pensamiento de que podría no conseguir el tesoro, o que podría morir en el desierto. Otras veces le decía que ya era suficiente, que ya estaba satisfecho, que ya había encontrado un amor y muchas monedas de oro.
- Mi corazón es traicionero - dijo el muchacho al Alquimista cuando pararon para dejar descansar un poco a los caballos-. No quiere que yo siga adelante.
- Esto es bueno - respondió el alquimista-. Prueba que tu corazón está vivo. Es natural tener miedo de cambiar por un sueño todo aquello que ya se consiguió.
- Entonces, ¿para qué debo escuchar a mi corazón?
- Porque no conseguirás jamás mantenerlo callado.
Y aunque finjas no escuchar lo que te dice, estará dentro de tu pecho repitiendo siempre lo que piensa sobre la vida y el mundo.
- ¿Aunque sea traicionero?
- La traición es el golpe que no esperas. Si conoces bien a tu corazón, él jamás conseguirá esto. Porque tú conocerás sus sueños y sus deseos, y sabrás tratar con ellos. Nadie consigue huir de su corazón. Por eso es mejor escuchar lo que te dice. Para que jamás venga un golpe que no esperas.
El muchacho continúo escuchando a su corazón mientras avanzaban por el desierto. Fue conociendo sus artimañas y sus trucos, y aceptándolo como era. Entonces el muchacho dejo de tener miedo y de tener ganas de volver, porque cierta tarde su corazón le dijo que estaba contento. "aunque proteste un poco -decía su corazón- es porque soy un corazón de hombre, y los corazones de hombre son así. Tienen miedo de realizar sus mayores sueños porque consideran que no los merecen, o no van a conseguirlos. Nosotros, los corazones, nos morimos de miedo sólo de pensar en los amores que partieron para siempre, en los momentos que podrían haber sido buenos y que no lo fueron, en los tesoros que podrían haber sido descubiertos y se quedaron para siempre escondidos en la arena. Porque cuando esto sucede, terminamos sufriendo mucho."
- Mi corazón tiene miedo de sufrir - dijo el muchacho al alquimista, una noche en que miraban al cielo sin luna.
- Explícale que el miedo a sufrir es peor que el propio sufrimiento. Y que ningún corazón jamás sufrió cuando fue en busca de sus sueños, porque cada momento de búsqueda es un momento de encuentro con Dios y con la Eternidad.

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