Durante un año, he recorrido el camino de mis pasos y visto paisajes que nunca conocí antes. Las praderas me impactaron, con su horizonte inagotable; las montañas fueron retos, con sus heladas y sus riscos; los ríos supieron darme alivio, bañarme y lavar mis heridas, su sonido fue un descanso, una quietud que consiguió acallar los pensamientos.
No hay coincidencias. Mi camino es mi camino y con mis tenis viejos he recorrido mi propio viaje. Encontré el amor, lo vi partir. Encontré muchas lecciones, pensé en quien he sido, me dejé llevar por el flujo del tiempo, sin reacción y sin búsqueda y aún sin buscar buscaba y aún sin creer encontrar encontré sueños.
Salí a buscarme y caminando encontré mis propias pistas, dejadas por mis sueños al frente de mi propia ruta. Me hablan de quien soy, de como veo y de como es mi vida, me cuentan de sueños que no conocía, de historias que no había oído.
Dormí en camas que no eran la mía, sentí almas y cuerpos que no conocía. Escuché de ángeles y de demonios que habitan en lugares distantes y cercanos y durante el camino atravese por enfrentamientos y batallas que nunca pensé que tendría.
Y esa es la virtud de la vida: déjate sorprender por ella.
Deja que tus pasos te enseñen caminos que ni tu mismo soñarías.
Atravesar este año fue darme cuenta del nivel en el que estoy y de las responsabilidades que tengo ahora, fue asumir nuevos roles, tomar nuevas decisiones, resolver confictos de distintas formas.
Fue darme cuenta de que todo cambia.
Mis aliados han subido de calibre y sin prevío aviso me di cuenta de que habían pasado ya 25 años. Darte cuenta de que la vida ha virado y que percibes todo de distinta forma es duro. Las responsabilidades aumentaron y con ella mis deseos de regresarme pasos andados y volver a tener 15 años. Tuve miedo, de errar más, de sufrir más; tuve ganas de ya no avanzar, de detenerlo todo, de decir: basta.
Pero mis pies no me dejaron detenerme porque mi alma sigue siendo mas fuerte.
Finalmente de su fuerza fue que te encontré ¿o no es así?
Finalmente de mis sueños he alimentado mis pasos que me han llevado a ti.
Quizá te perdí, quizá ya no estás, quizá sólo has ido a dar un paseo...
Quizá siempre estuviste, quizá nunca te has ido, quizá eres de los que vive mi presente a mi costado.
Sea como fuere, todos somos importantes.
Sea como fuere...
La vida me ha permitido seguir andando.
Para encontrarme contigo, para que sepas mi nombre, para que mires mis ojos. Porque gracias a todos y a todo, cada día que ha pasado he visto un poco más de mi alma.
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