14 junio 2011

La "otra" leyenda de Géminis


Este es el tiempo celeste de Géminis, correspondiente a todos los nacidos entre el 22 de Mayo y el 22 de Junio. Es un tiempo intenso (que me parece simplemente: hermoso), correspondiente a la etapa clímax del ciclo solar ya que será durante su tránsito que la Primavera se transforme en Verano.

Es, por esa razón, que recordé la "otra" leyenda de Géminis, una más real y poética que la historia de los gemelos Cástor y Pollux, quienes, de hecho, deben su historia a un antecedente distinto: La constelación de Géminis está representada en el "Camino de la Luna" de las tablas mesopotámicas de Mul-Apin (hacia el año 1000 a.C.) con el nombre de "Mas-tab-ba-gal-gal": "Los Grandes Gemelos". Esta constelación fue adaptada por los egipcios con la forma de otro par de gemelos: Shu y tefnut, los gemelos primordiales.

No existiendo (en mi opinión) coincidencias en el universo, me resulta asombrosa y bonita la historia de cómo diferentes civilizaciones identificaron de forma muy similar al rectángulo celeste que conforma a su constelación y qué, no obstante las variantes, decidieron identificar mediante el mismo símbolo de los gemelos.

Pero esa no es la historia que vengo a contarte...

La "otra" leyenda de Géminis es asociable con la dualidad de mente que caracteriza a las personas nacidas con este signo. Es "la misma historia" pero en un plano distinto, que yo identifico cómo más romántico y humano, y en ella nos es contada la historia de los hombres antiguos, que deseaban mirar su propio rostro.

La transición entre Primavera y Verano, constituye el punto del tiempo en el que comienza la temporada de lluvias en el hemisferio norte. Dentro de la complementariedad zodiacal corresponderá a Sagitario la misma época de lluvias para la gente del hemisferio sur... uno más de esos rasgos que parecen encajar dentro del gran juego de congruencias de la sabiduría antigua, que habla de que toda fuerza tiene un opuesto y complemento, que habla del yin y el yang y que, para quienes sepan mirar cuidadosamente, verán que el propio Sagitario guarda congruencia opuesta a los gemelos, pues se trata de un ser dual también pero en "otro plano" espiritual, ¿coincidencia? no hay tales!

Esta temporada de lluvias es ahora muy variable, debido a toda la serie de cambios ambientales que ha experimentado el planeta con nuestras acciones a través del tiempo, sin embargo, para el hombre antiguo, que fue labrando el conocimiento y el saber a partir de la incomprensión y la experiencia, esta época era bastante clara y era en esta transición cuando ocurría un acto mágico, al cual, se le asocia como el verdadero origen del signo de Géminis.

El hombre antiguo (que desarrollo la rueda, dominó al fuego, descubrió la siembra y la cosecha, y desarrollo a Dios y al lenguaje) se preguntaba muchas cosas (aún lo hace), pero, de todas las que en esa época le inquietaban, había una pregunta cuya importancia era vital ya desde entonces "¿Quién soy?"

El día de hoy, para responder a esa pregunta, hay formas muy diversas de hacerlo, desde las maneras literales hasta los más profundos razonamientos filosóficos. El hombre antiguo, más que literal, requería de ver su propio rostro, de ver aquello que otros podían ver, excepto él.

Antiguamente no existían los espejos y hablo más allá de las civilizaciones egipcia, romana, griega y etrusca, en cuyas civilizaciones ya se les encuentra. El hombre antiguo no sabía cómo era su rostro y la única forma de averiguarlo era recurriendo a la forma básica, el espejo natural más antiguo del mundo: el agua.

Si bien, los ríos y los lagos servían de excelente espejo para el hombre antiguo, se atañe el surgimiento de la leyenda de Géminis al instante en que ocurría la lluvia. Al pasar la tormenta, el espejo aparecía frente al hombre, sin dependencia del lago o del río: era simplemente un charco.

Cuentan que de la experiencia común de mirarse a través de los charcos es cómo surge la idea del gemelo, pues la tierra reflejó su rostro y el cielo. todo alrededor del hombre, desde la tierra, hasta las plantas, al ser bañado por el regalo celeste del agua, se convertía en un cristal que reflejaba a otro hombre, tu propio reflejo, a través de todas las superficies. De este modo, quizás, es como nació aquella leyenda, que circunscribió a los nacidos en la época de lluvias con el rasgo humano que identificaba aquel suceso: el nacimiento de gemelos idénticos. Personas que tenían la facultad de poder mirar en otro su propio rostro sin tener que preguntarse cómo sería este. 

Ciertamente, esto puede resultar más lógico y más concreto, sin embargo es sólo leyenda... es "otra historia" para explicar el origen de este signo de Aire. El aire... que no se ve pero que existe, que se conoce porque se siente y nos inquieta; aire que nos hace reparar en aquello que no vemos pero que también somos. Elocuente y curioso, el nacido en Géminis tiende a relacionarse de formas distintas y variables, incluso paralelas. Es flexible y adaptable y la clave de su pensamiento se versa en la expresión "Yo pienso", creo que la leyenda enmarca muy bien estos aspectos, cuya trascendencia ha quedado guardada en ese espacio oculto y paralelo de la razón que llamamos "esoterismo", un significado mágico para entender y explicar las formas del universo. Una sabiduría que, a pesar de la incapacidad para sostenerse por los hechos de la razón, sorprende siempre a nuestro corazón.

Creo que la historia es muy hermosa... 

Ojala que tú pienses lo mismo.


Luis )|( Astro




 




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