30 septiembre 2006

A la espera de un sueño.


I

Ella se encontraba en casa al despertar aquel día. Al levantarse hizo su ritual personal de tomar su viejo libro y plantearse a si misma ante una hoja vacía.

El ritual consiste en que ella tome el libro con riguroso cuidado primero para después hojearlo rápidamente una y otra vez mientras susurra una melodía que nazca en ese momento. Hecho esto detiene el correr de las hojas en un espacio carente de letras y justo en ese momento toma conciencia de que esta viviendo un día completamente nuevo y que las cosas que en él ocurran quedarán escritas en ese libro, para siempre.

No hay peticiones, no hay anotaciones, sólo conciencia.

Hecho esto cierra el libro y lo guarda. Su esposo ya se ha despertado también y ambos intercambian el saludo y el afecto del primer momento del día. Un beso tierno le da la sensación de una tibieza que le trae mucha paz, sin duda es conciente de que cuando dos corazones están alineados los besos tibios cumplen una función muy diferente.

Ella se quedará en casa hoy, es raro para ella porque pasa mucho tiempo fuera trabajando y haciendo lo que mejor sabe hacer: música. Ella disfruta demasiado del trabajo, es su fuerza y su motor y la sensación de que hoy estará en casa le provoca una sonrisa infantil.

Antes de irse su esposo le dice: Hoy tienes todo el tiempo del mundo para disfrutar muchas otras cosas de ti misma.

Su primer actividad fue llamar al estudio, ver como van los proyectos pendientes y preguntando acerca de las actividades que se desarrollarán para ese día. Del otro lado de la línea le comentan –“¿Es que tú no puedes quedarte un día sin preguntar por el trabajo?”, ella contesta –“Empezar mi día con ello es la mejor forma de descansar”

- ¿Matsui?
- ¿Si?
- ¿Ya han llamado?
- No… pero están a tiempo, bien lo sabes.
- Ya no puedo esperar…
- Lo sé

Mientras tanto en otro continente, están a punto de hacer una llamada muy esperada.

II

Un ejecutivo mira desde su silla el panorama de su ventana, sostiene entre sus manos un sobre cuya única inscripción es un corazón y un número II romano dentro.

Entonces tocan a la puerta…

- Adelante.

Una señorita entra y saluda, acercándose al escritorio mientras el ejecutivo da vuelta a la silla para mirarla de frente. Cuando ella llega al escritorio él se levanta, deja el sobre en el escritorio y camina hacia donde se encuentra ella para saludarla con un beso.

- Buenos días Kath, ¿cómo te encuentras hoy?
- Muy bien señor, ¿Qué tal está usted?
Él asiente y le guiña un ojo al tiempo que le sonríe.
- Asumo que todo está listo para hacer el envío ¿verdad?
- Así es, estoy seguro de que ella ya está muy ansiosa por leer esto.
Ella sonríe.
- Muy bien, entonces no la haremos esperar más ¿Cuáles serán sus indicaciones?
Él toma el sobre de su escritorio y se lo da a ella.
- Este sobre debe ser enviado hoy mismo y deberá estar llegando a sus manos mañana, te suplico ser muy previsora con esto.
- Así será.
- Así mismo he de pedirte algo más…
Ella asiente.
- ¿Ya estás bien enterada de lo que tienes que explicarle verdad?
- Perfectamente, sólo esperaba el momento en que usted lo autorizara.
- Muy bien… mira, ella te tiene mucha confianza y no hay nadie mejor para transmitirle lo que necesita saber, así que dejo esto en tus manos… sé que tú sabrás responder a lo que ella querrá saber.

Ella sonríe una vez más, pero esta vez su sonrisa es mucho mas abierta, como si se tratara de un hecho que no podría ser de otra manera.

- Ella es muy especial para mí, pierda cuidado, yo me encargaré.

Acto seguido ella se levanta y se dispone a retirarse, da unos pasos y se detiene, entonces voltea.

- ¿Sabe? Sé que no hay nadie que sea más feliz por saber esto que ella.
- Por supuesto, desde que esto nació sólo ella podría entenderlo y hacerlo, por eso confié en ella.
- Muy bien, pierda cuidado señor, yo me encargaré de darle la noticia.

Kath salé de la oficina y se dirige unos pisos abajo con el sobre entre sus manos. Al entrar en el elevador que la conduce ella mira fijamente el símbolo.

Al llegar al departamento de envíos, ella pide un formato y una caja especial. Mientras llena el formato los empleados del departamento van y vienen entre paquetes, documentos y demás cosas. Ella toma especial cuidado en el llenado de la forma y para cuando termina la caja ya se encuentra frente a ella, entonces pide hablar con George, el jefe del departamento.

A los dos minutos aparece George con un semblante apurado, al ver a Kath le da una tímida sonrisa y colocándose serio le pregunta:

- Ya esta listo ¿verdad?
Kath asiente.
- Muy bien, saldrá hoy mismo para allá.
- Perfecto, como está acordado. Necesitamos que esto llegué allá a mas tardar mañana.

Dicho esto Kath le entrega la caja y George mete la forma a un costado de ella después de revisarla.
Kath entonces salé del departamento y se dirige a su oficina.

III

Ya casi es medio día, ella ya ha hecho un poco de yoga y se dispone a almorzar algo pues no ha comido nada desde que se levantó. Mientras se prepara una ensalada ella parece mirar su alrededor con una vista distinta a la común, al tomar cada lata, cada recipiente o cada cubierto provoca sus sonidos y conforme lo hace ella va creando una melodía. En un momento que parecería completamente rutinario ella crea música, con una tonada que podría no sugerir más que un golpeteo de trastes y latas pero que ella maneja de modo que no suene agresivo. En un lapso de 30 minutos su ensalada está lista (más tardó por la música que por lo que hizo) y entonces se sienta frente a la barra y se dispone a almorzar.

Prende la radio y comienza a comer, pero, mientras lo hace una idea le invade de repente. Es una idea que le persigue desde que recibió aquella primera llamada y conoció la historia que quería ser contada. Esta vez la idea es insistente, indicándole que es el momento para que aparezca, pero ella aún no sabe que es lo que viene, que es lo que esperan de ella por hacer.

Al terminar su ensalada ella recoge cada cosa utilizada y va al fregadero a lavarla. Se toma su tiempo y el hacer esto la distrae de los pensamientos acerca de sus labores y pendientes.

De repente suena en la radio una tonada que ella conoce y ubica perfectamente, entonces ella se detiene completamente, sin poder evitar sentir lo que siempre le ha provocado esa canción.

Las lágrimas y la sonrisa le invaden, recuerda el momento en que cantó esa canción, el momento en que cantó “I love You” para aquel auditorio y que pasado un minuto de haber comenzado a cantar no pudo contenerse y comenzó a llorar. Recordar es volver a vivir y siempre pasa lo mismo cuando escucha la canción.

Ella, con el corazón repleto, con la voz vibrante, quebrada ante el poder de la propia música, un momento inolvidable. Y el público, ese público que la acogió en aplausos y gritos de ánimo, impactados por ver a su intérprete sucumbir a sí misma. No creo que haya algo comparable.

Ella lo revive, lo llora, lo siente, todo mientras termina de lavar y aunque la canción ya se haya ido.

Entonces el teléfono sonó.

Ella se dirigió lentamente a la sala, tomó el aparato entre sus manos y observó el número telefónico. Su sonrisa fue el final de un momento muy esperado.
- ¿Sí?
- ¿Es usted señorita Hikaru?
- Sí ¿Quién habla?
- Espero no me haya olvidado, soy Katherine Irisen.
- Claro que no te he olvidado Kath, tú fuiste quien me acompañó en todo momento estando allá en Washington, jajaja, perdona, es que tenía tiempo de no oírte y no reconocí tu voz, discúlpame.
- Jaja, no se preocupe… ¿Ya sabe cual es el motivo de mi llamada, no es así?
- Espero que sea para decirme que Sora me ha extrañado.

Kath disfruta mucho de oír sus frases y está última sin duda fue un gesto completamente tierno hacia el trabajo que Hikaru ha desempeñado, ahora sí que no le queda duda de que ella es la más feliz de hacer esto.

- No, ya no la extrañará más porque él ya va en camino, estará llegando a sus manos el día de mañana, en sus oficinas por supuesto.
- Magnífico, extrañé mucho a mi pequeño.
- Créame, no lo dudo.
- Bueno, entonces deberé estar viajando con ustedes en unos días más para ultimar detalles.
- No será necesario, en el sobre lleva toda la información necesaria para darle acceso libre a su creatividad, así que pierda cuidado.
- ¡Muy bien, pero eso no evitará que te vea ehh! ¡Viajaré así sea para verlos!
- Jajaja, muy bien, entonces no le detendré en su ánimo y agradezco el detalle, en verdad.
- Tengo una pregunta que hacer Kath, espero sepas y puedas contestarla.
- Dígame.
- ¿Qué sabes de la historia?
- ¿No quiere esperar a leerla usted misma?
- Por supuesto que quiero leerla, pero estoy muy encariñada con esta historia, saber cual es la continuidad del argumento y de los personajes es muy importante para que yo empiece a crear. Me encariñé mucho con ellos y he sido la más impaciente en saber que sucede después, sólo quiero saber si tú conoces algo que pueda empezar a darme ideas.
- Ellos siguen separados, los recuerdos existen pero ya no son muy claros y como bien sabe la batalla de ellos aún no concluye. Muchas cosas pasaron entre la primer y la segunda historia y muchos de los recuerdos han ido desvaneciéndose, hasta casi ser olvidados. Si algo puedo decirle es que el corazón sigue presente y que la fuerza que unió a los personajes no se ha disuelto, simplemente hay que resolverla. Hay muchísimas preguntas en esta historia, las dudas son constantes, pero tenga la seguridad de los personajes han crecido y de que han sido bien llevados en sus caminos para poder reencontrarlos.
- “Cuando yo tengo ese recuerdo que ya me parece tan lejano, vi que el futuro siempre permanecería brillante… y aún debajo de aquel hermoso cielo azul, nosotros sólo estábamos un poco asustados. Cuando miro por la ventana se que ella está teñida con muchos colores perdidos.
- … (wow)
- En ti y en mí hay una nueva tierra, donde los ángeles vuelan. Sé que es mi santuario, sí, es mi santuario. Ahí los temores y las mentiras se derriten. Yo sé que aquí dentro llevo la música que me guía, pero ¿qué queda de mí? ¿Qué quedará de mí ahora?
- Dios mío, nunca dejará de impresionarme.
- Kath, sólo cuando amas algo lo entiendes perfectamente, lo descifras, lo reencuentras. ¡Es la pasión Kath! La pasión es algo a lo que no puedes ponerle precio, es capaz de transformarlo todo, es así como sé que ellos a pesar de la adversidad seguirán adelante.
- Y eso que aún no lo lee.
- Gracias Kath, me dijiste exactamente lo que quería saber.
- ¿Algo más en lo que pueda ayudarla?
- No tengo nada más que pedirte, te agradezco mucho esta llamada, me haz hecho muy feliz.
- Nada hay que agradecer, bueno, cualquier cosa que necesite estoy para ayudarla.
- Gracias, cuídate mucho ¿vale? Y recuerda que iré a verlos, así que espero poder saludarte directamente muy pronto.
- Estaré esperándola con gusto.
- La espera termina, nos veremos pronto.
- Muy bien, que tenga linda tarde señorita Hikaru.
- La tengo, créeme.

IV

Utada Hikaru tomó el libro en sus manos, esta vez lo hizo normalmente, con el cuidado necesario pero sin haber ritual alguno de por medio. Tomó la pluma y abrió el libro, la hoja permanece ahí, pero ya no está vacía. La página ya contenía desde siempre las letras, ella simplemente es la encargada de hacerlas visibles. Con su mano desliza los trazos de cada símbolo y expresión y lentamente van apareciendo trazos de una historia que ha esperado mucho para ser contada. La espera siempre termina y el camino siempre sigue adelante, las verdaderas emociones pueden parecer difusas, pero nunca desaparecen. Hikaru ha de colocar estas palabras y la palabra “Sora” en la siguiente canción, ella sonríe, finalmente la idea que tanto esperó por fin verá la luz.

Toda espera termina y toda puerta tiene una llave que la abre…

La respuesta a todo siempre está en el corazón.

26 septiembre 2006

Cazadora de Sueños.


Ohh nena,
Amante del baseball,
Si tú supieras,
Cuanto adoraría yo encontrarme con tus ojos.

Ohh nena,
Con carita de animación,
¿Sabes tú que el cielo se alegra,
cada que tú entonas una canción?

Aquí arriba, al mirarte yo sucumbo,
Ante el encanto de la niña que sabe enfrentarse al mundo,
Y le admiro, ohh si, por ser la más hermosa del planeta,
Porque ella, así como es, es la viva expresión de ser chingón.

Ohh nena,
Dime tú ¿me cantarías una noche?
Para sacar mis alas y elevarte,
A ti, sí, a ti, alma libre que encontró mi corazón.

Nena, sabes que de ti estoy hablando,
Jeje, por supuesto, de mi amante de mew y del baseball,
A la que le he dicho que le enviaré una rola,
Porque ella sí que hace vibrar un corazón.

No me malentiendas, digo esto por amor,
A la dedicación de una chingona, que sabe como hacer frente a sus sueños,
Aquí, un cobarde, te dedica sus versos,
Para encontrar el valor de ponerse en acción.

Y el valiente me susurra aquí al oído,
Que es genial rodearse de quien sea bueno conmigo,
Y que mañana llegarán sorpresas y vuelcos de historias,
Porque aunque parece detenido el camino… eso sólo es apariencia.

No me preguntes porque digo esto,
Lo digo porque eres generosa conmigo,
Porque dedicas tiempo y espacio en buscar mis hojas en el viento,
Para atrapar mis sueños y llevar un pedacito contigo.

Ohh nena,
Cazadora de sueños,
Insaciable de ellos,
Para ti siempre una canción.

25 septiembre 2006

Shadowboxer
















Canción: Shadowboxer.
Interprete: Fiona Apple.
Álbum: Tidal.

Once my lover, now my friend
What a cruel thing to pretend
What a cunning way to condescend
Once my lover, and now my friend

Oh, you creep up like the clouds
And you set my soul at ease
Then you let your love abound
And you bring me to my knees

Oh, it's evil, baby
The way you let your grace enrapture me
When well you know I'd be insane
To ever let that dirty game recapture me

You made me a shadowboxer, baby
I want to be ready for what you do
I've been swinging around me
'Cause I don't know when you're gonna make your move

Ooh, your gaze is dangerous
And you fill you space so sweet
If I let you get too close
You'll set your spell on me

So darling, I just want to say
Just in case I don't come through
I was on to every play
I just wanted you

But oh, it's so evil, my love
The way you've no reverence to my concern
So I'll be sure to stay wary of you, love
To save the pain of once my flame and twice my burn

And so I'm a shadowboxer, baby
I want to be ready for what you do
And I've been swinging around at nothing
I don't know when you're gonna make your move

Yeah, I'm a shadowboxer, baby
I want to be ready for what you do
And I've been swinging around me
'Cause I don't know when you'll make your move

20 septiembre 2006

Good Question!


¿Donde estaba yo el 19 de Septiembre de 1985?

Tenía casi 4 años y me encontraba dormido, así de simple. Yo no recuerdo absolutamente nada del hecho salvo escenas borrosas que ciertamente no son una imagen concreta del hecho. Es una historia destacable ese día pues por muchísimas razones el temblor pasó a representar un hecho importante en mi vida. Ese 19 de Septiembre yo debía estar en quirófano para una extracción de eidolons, digo! una extracción de amígdalas y ciertamente el no llevar a cabo esa operación salvó mi vida... ¿Porqué? debido a que la operación iba a realizarse en el centro médico, sitio que se derrumbó.

El temblor de 1985 tuvo como epicentro el estado de Guerrero, mi madre se encontraba en Zihuatanejo en ese día y ella sintió ese temblor allá. El viaje fue realizado en esos días y antes de irse mis padres mostraron una preocupación grande por no estar ambos presentes el día de mi operación así que mamá decisió que no me operarían sin que ella estuviera presente, así que ella (as usual) salvó mi vida.

Gracias por preguntarme al respecto... me hicieron recordar algo que había comenzado a hacerse borroso.

¿Y tú donde estabas?

19 septiembre 2006

La solidaridad de la población en realidad fue toma de poder.

















Fuente: Monsiváis, Carlos. "La solidaridad de la población en realidad fue toma de poder", revista Proceso; 21 de Septiembre de 1985

Día 19. Hora: 7:19. El miedo. La realidad cotidiana se desmenuza en oscilaciones, ruidos categóricos o minúsculos, estallido de cristales, desplome de objetos o de revestimientos, gritos, llantos, el intenso crujido que anuncia la siguiente impredecible metamorfosis de la habitación, del departamento, de la casa, del edificio... El miedo, la fascinación inevitable del abismo contenida y nulificada por la preocupación de la familia, por el vigor del instinto de sobrevivencia. Los segundos premiosos, plenos de una energía que azora, corroe, intimida, se convierte en la debilidad de quien la sufre. "El fin del mundo es el fin de mi vida", versus "No pasa nada, no hay que asustarse. Guardemos la calma"...

Y los consejos no llegan a pronunciarse, el pánico es segunda o primera piel, a ganar la salida, a urdir la fuga de esta cárcel que es mi habitación,, a distanciarse de esa trampa mortífera que fue hogar o residencia provisional. El crujido se agudiza, en el bamboleo la catástrofe se estabiliza, la gente se viste como puede o se viste sólo con su pánico, el miedo es una mística tan poderosa que resucita o actualiza otras místicas, las aprendidas en la infancia, las que van de la superstición a la convicción, las frases primigenias, las fórmulas de salvamento en la hora postrera.

El 19 de septiembre, en la capital, muchos carecieron de la oportunidad de profundizar en su miedo.

-Me di cuenta de todo a fondo, como que el pavor lo hace a uno consciente de cada movimiento, y al mismo tiempo, como que el pavor es una inercia autónoma. Advertí que sólo pensaba en mí mismo, y que trataba como podía de pensar en los demás, en los míos. Me afligía y me serenaba, pero sin dejar de hacer las cosas, de gritar, de apresurar, de tranquilizar, de planear la salida, todo tan acelerado que no oía, sólo veía espectáculos. Estaba aterrado, pero el llanto de mi hija retumbaba dentro de mí, era interminable, lo seguí oyendo mucho rato después.

El sonido de los desplomes, las imágenes de los derrumbes, las poses fantásticas de los edificios al reducirse abruptamente a escombros. Paulatinamente, en un lapso de dos o tres horas, los habitantes de la ciudad se asomaron a la dimensión de lo ocurrido, los hoteles y condominios en tierra, las escuelas y los hospitales desvencijados, la precipitación del gran edificio de Tlatelolco, las miles y miles de víctimas, la respuesta masiva ante el desastre. Se implantan, con reiteración orgánica, los términos que en los casos extremos cubren las dos funciones: descripción y síntesis, evaluación y pena: Tragedia, bombardeo, catástrofe, vocablos que, en primera instancia, son declaraciones de impotencia ante las fuerzas naturales, pesadumbre que al magnificarse se precisa, relatos que ya no necesitan extenderse.

El primer panorama lo proporcionó la radio, entre otras razones por estar sin luz gran parte de la ciudad y por hallarse Televisa cinco horas fuera del aire. La coordinación informativa de la radio, hizo posible una visión de conjunto, que la experiencia personal complementó: tráfico congestionado, la colonia Roma cruelmente devastada, el Primer Cuadro zona de desastre, en un radio de 30 Kilómetros cerca de 500 derrumbes totales o parciales, explosiones, alarmas insistentes sobre fugas de gas, incendios, cuerpos mutilados, noticias sobre la desaparición de grupos enteros de estudiantes, turistas aislados en su desamparo, hospitales evacuados, cuadrillas de socorristas y voluntarios, familiares desesperados, crisis de angustia en las calles, gritos de auxilio provenientes de los escombros, demanda de ropa, víveres y medicina, solicitud prodigada de calma. Poco a poco, el miedo cedió paso (o coexistió junto) al dolor, la incertidumbre, el deseo de ayudar, el azoro. "La peor catástrofe de la ciudad de México". El olor es penetrante, distinto, en cierta manera inaugural. Es un olor atribuible a la muerte, a las fugas de gas, a la percepción trastornada, al susto que se esparce en frases: "No fumen, no prendan cerillos, pasen con cuidado, aléjense, aquí hay peligro". En el centro, en la colonia Roma, cerca de los ostentosos fiambres arquitectónicos, el olfato actúa a la caza de datos de alarma, de informaciones que ratifiquen la condición agónica de los lugares. En la exacerbación olfativa hay pánico, sospecha de hedores inminentes, certeza de que, entre otras cosas, la ciudad no es ya la misma, porque uno está consciente, ávidamente consciente de la terrible variedad de sus olores.

De todas partes llegan a sumarse a los bomberos, a los granaderos, a los trabajadores del Departamento Central y de las delegaciones, a los policías del DF y del estado de México. Convocada por su propio impulso, la ciudadanía decide existir a través de la solidaridad, del ir y venir frenético, del agolpamiento presuroso y valeroso, de la preocupación por otros que, en la prueba límite, es ajena al riesgo y al cansancio.

Sin previo aviso, espontáneamente, sobre la marcha, se organizan brigadas de 25 a 100 personas, pequeños ejércitos de voluntarios listos al esfuerzo y al transformismo: donde había tablones y sábanas surgirán camillas; donde cunden los curiosos, se fundarán hileras disciplinadas que trasladan de mano en mano objetos, tiran de sogas, anhelan salvar siquiera una vida.

Los oficios se revalúan. Taxistas y peseros transportan gratis a damnificados y familiares afligidos; plomeros y carpinteros aportan seguetas, picos y palas; los médicos ofrecen por doquier sus servicios; las familias entregan víveres, cobijas, ropa; los donadores de sangre se multiplican; los buscadores de sobrevivientes desafían las montañas de concreto y cascajo en espera de gritos o huecos que alimenten esperanzas. Al lado del valor y la constancia de bomberos, socorristas, choferes de la Ruta 100, médicos, enfermeras, policías, abunda un heroísmo nunca antes tan masivo y tan genuino, el de quienes, por decisión propia, inventan como pueden métodos funcionales de salvamento, el primero de ellos, una indiferencia ante el peligro, si ésta se traduce en vidas hurtadas a la tragedia. Basta recordar las cadenas humanas que rescatan un niño, entregan un gato hidráulico o un tanque de oxígeno, alejan piedras, abren boquetes, sostienen escaleras, tiran de cuerdas, trepan por los desfiladeros que el temblor estrenó, instalan los "campamentos de refugiados", cuidan de las pertenencias de los vecinos, remueven escombros, aguardan durante horas la maquinaria pesada, izan cuerpos de víctimas, se enfrentan consoladoramente a histerias y duelos. Por más que abunden noticias de pillaje, abusos y voracidad, tal esfuerzo colectivo es un hecho de proporciones épicas. No ha sido únicamente, aunque por el momento todo se condense en esta palabra, un acto de solidaridad La hazaña absolutamente consciente y decidida de un sector importante de la población que con su impulso desea restaurar armonías y sentidos vitales, es, moralmente, un hecho más vasto y significativo. La sociedad existe como gran necesidad latente en quienes desconocen incluso el término, y su primera y más insistente demanda es la redistribución de poderes. El 19 de septiembre, los voluntarios (jóvenes en su inmensa mayoría) que se distribuyeron por la ciudad organizando el tráfico, creando «cordones» populares en torno de hospitales o derrumbes, y participando activamente -y con las manos sangrantes- en las tareas de salvamento, mostraron la más profunda comprensión humana y reivindicaron poderes cívicos y políticos ajenos a ellos hasta entonces. Fueron al mismo tiempo policías, agentes de tránsito, socorristas, funcionarios del ayuntamiento, médicos, enfermeros, diputados, líderes vecinales, regentes. Por eso, no se examinará seriamente el sentido de la acción épica del jueves 19, mientras se le confine exclusivamente en el concepto solidaridad. La hubo y de muy hermosa manera, pero como punto de partida de una actitud que, así sea efímera ahora y por fuerza, pretende apropiarse de la parte del gobierno que a los ciudadanos legítimamente les corresponde. El 19, y en respuesta ante las víctimas, la ciudad de México conoció una toma de poderes, de las más nobles de su historia, que trascendió con mucho los límites de la mera solidaridad, fue la conversión de un pueblo en gobierno y del desorden oficial en orden civil. Democracia puede ser también, la importancia súbita de cada persona.

En una casa frente al parque, la señora de edad observa por la ventana. Socorristas y vecinos la instan a salir, el lugar es inseguro, los derrumbes próximos auguran lo peor. Ella se resiste, ve con soma al reportero de televisión, cierra y abre la ventana con enfado y parsimonia, se aleja y vuelve. Los llamados a la huida se acrecientan. "Salga, señora. Por favor. ¿Qué no ve cómo está la situación? No sea terca." Se esconde, y cuando vuelve el reportero de la televisión ya se ha ido, y ella hace un gesto triste, como de quien perdió algo entrañable. Responde: "Aquí estoy a gusto.

Déjenme en paz". Y de nuevo cierra la ventana y se retira, y dos minutos después ya está con su público. Las vecinas se obstinan, la llaman por su nombre, la regañan. Ella replica tajante: "Aquí me quedo", y mira con melancolía a su alrededor, segura de las causas de su persistencia. ¿A dónde podría ir? ¿Qué caso tiene el exilio a estas alturas? A su modo, y, sin pretender el rango de símbolo, ella representa en buena medida el espíritu que anima a la ciudad misma, devastado, contaminado, violentado, expoliado y, sin embargo, orgulloso de su terquedad.

-Lo más insoportable durante el día fueron los gritos de auxilio. Allí estaban esas montañas de escombros, de acero y cemento, y nosotros sin el equipo necesario, sin plumas (grúas) ní escaleras telescópicas ni trascabos, sólo con palas y picos y tenazas. La impotencia ante la agonía de alguien que está nomás a unos pasos, es lo peor que me ha pasado, se lo juro. Mire, rescatamos a una señora que se la pasó gritando, incontrolada, que salváramos a su esposo y a sus hijos que se hallaban bloqueados por un techo. Ella lloraba, y los cadáveres de sus familiares allí muy cerca, pero no los reconocía, no veía nada ni aunque hubiera querido. Sólo lloraba y gemía, y repetía nombres. Un voluntario muy jovencito no aguantó y se puso también a chillar. No se le ocurrió otra forma de ayudarla.

Otros nomás llegaban y decían: "Ya encontramos dos muertitos ", como para interponer el diminutivo entre ellos y su conciencia del drama. Y luego el horror de ir descubriendo dedos o piernas o brazos, padres aferrados a cuerpecitos yertos, niños con su oso de peluche, señoras con el crucifijo en las manos, quién me borra esas imágenes. Y a eso agréguele el sonido de las ambulancias y de las patrullas, el ruido de los carros del ejército y de los camiones, el desmadre de las maquinarias pesadas, de las carretillas, las palas, las barretas, los marros, la gente que se hablaba casi en alaridos, y a la que de cuando en cuando se exigía silencio, "silencio por favor, silencio absoluto", para ver si localizaban el sitio de origen de una voz que pedía auxilio, aunque a veces había quienes imaginaban oír esas voces, y se buscaba y no había nada. Pero en todos nosotros, no necesito jurárselo, había una ansiedad de salvar vidas, de excavar y excavar para ver la alegría de un resucitado.

-Era un infierno o una pesadilla, o lo que se te ocurra. Se derrumba la escuela y quedan atrapados cientos de niños. Cuando llegué, ya había una multitud de padres de familia reclamando, rogando, rezando. Los papás estaban más enloquecidos que las mamás, y lloraban y se mesaban los cabellos, con un egoísmo siniestro y entrañable cuando veían que su hijo no era ninguno de los rescatados. Querían meterse a fuerzas a rescatarlos, pero hubiera sido muchísimo peor, sin experiencia, sin disciplina y dementes como estaban. Nubes de polvo, bomberos, ambulancias, llantos y demandas de auxilio. Un señor anunciaba el fin del mundo, una mamá organizó un rosario y varias se desmayaron. Y no se podía hacer nada, excepto pedirles que se apaciguaran y dejaran trabajar en paz a los bomberos. Yo en su caso hubiera hecho lo mismo.

-Lo del Centro Médico fue también horrible, y ese terror, el mío, el de mis colegas, el de las enfermeras, el de los mozos y el de los enfermos, todavía me impregna. Había que evacuar velozmente, porque ya por lo menos cuatro edificios estaban muy dañados: Traumatología, Pediatría, Oncología y Ginecología. Las escenas eran funestas y alucinantes, enfermos que estaban seguros del fin del mundo, enfermos que nos daban ánimos, la muchedumbre de familiares allá afuera, los soldados. Lo que más impresionó, fue ver cómo en un instante se disolvía el abismo entre médico y paciente, y ambos nos convertíamos en víctimas.

La salida del Metro estuvo de película. Con lo asustado que estaba, no conseguí quitarme de la cabeza fragmentos de escenas con terremotos y torres que se incendian y poblaciones en fuga. Al principio al oir los ruidos y los crujidazos y ver que el comboy se detenía, me puse libido y me dije: "Ora sí ya." Luego el conductor habló y nos calmó y nos pidió que no nos moviéramos. Y allí nos quedamos largo rato, tratando de exhibir o inhibir el pánico. Yo no lo sé ocultar pero los demás tampoco. Luego nos sacaron por el túnel, desfilando, muy quietecitos, como si toda la vida hubiéramos sido disciplinadísimos. Ya fuera, el susto se me acumuló. Nunca supuse que vería algo así, cerros de cascajo por todos lados, alarmas ante posibles incendios, humo, cables eléctricos destrozados, fugas de agua y de gas, aguas negras que invadían la calle, banquetas levantadas.

"Parece que hubo guerra", era el comentario unánime. Caminé por donde pude, de acordonamiento en acordonamiento, de sorpresa en sorpresa, un reconocimiento de la ciudad que nunca me esperé, y lo que más me asombró desde luego fue el Hotel Regis. Impresionante. Han pasado ya diez horas y sigo pensando en el instante mismo del derrumbe, cuando tronó esa mole y la Avenida Juárez se cubrió de polvo y desechos y crecieron y se apagaron los alaridos. No es morbo, lo juro, es la imposibilidad de ocuparme de otra cosa.

Me seguí por Madero y luego por Pino Suárez. Llegué al conjunto Pino Suárez cuando ya uno de los edificios se había derrumbado, y otro nomás se mecía traidoramente. Acababan de sacar de la estación del Metro a unos cuantos, y el cordón estaba muy estricto. Durante un cuarto de hora o algo así no logré despegar la vista de esa torre de Pisa. Era un alucine, como si el pinche edificio tuviera vida propia y no acabara de decidir su suerte. Se oye muy pendejo eso de "un edificio con vida propia" pero me cae que el efecto era hipnótico. La gente allá abajo, viéndolo con la mayor precaución, ráfagas de silencio, intromisiones de silencio, el sol, el encandilamiento, y un edificio oscilante, que se movía muy lentamente, una sentencia rítmica inacabable.

Luego que se rescaten a los últimos, se regularicen la luz, el agua y los teléfonos, y se minimice el peligro, vendrá otra forma de lo peor. Falta para que esto termine, y nos tocará enteramos, de modo fragmentario de seguro, de las proporciones de la catástrofe, de la identidad de amigos fallecidos, de los detalles dramáticos que ahora se nos ocultan, de lo que sucedió con los atrapados, con los sepultados en vida. Y acto seguido, la remoción de escombros, la eliminación de los edificios que son ya amenazas graves, el número de los desempleados por el temblor, la reubicación de las dependencias de gobierno y los centros de trabajo, la reconstrucción del Centro Médico y los hospitales, las indemnizaciones que correspondan... Y los relatos maravillosos y tristes, el milagro de estar vivo, la aparición de una lámpara anunciando el auxilio, el recuerdo doloroso de los compañeros aplastados, la sensación de culpa ante los padres de los que no lograron escapar, los diálogos recuperados. (Un reportero a un joven sobreviviente del edificio Nuevo León: "Te has salvado". Respuesta: "No sé todavía".)
-Esta tragedia es de largo alcance y nos involucra a todos, con o sín frases hechas. A lo mejor te parezco muy discursivo, pero elegí el rollo para no ponerme a llorar.

De la conmoción surge una ciudad distinta (o contemplada de modo distinto), con ruinas que alguna vez fueron promesas de modernidad victoriosa: el Hotel Regis, la SCOP con sus extraordinarios murales de Juan O'Gorman, el Multifamilar Juárez, la Unidad Nonoalco- Tlatelolco, Televisa, el Centro Médico, el Hospital General, la Secretaría de Comercio... Allí, mientras alrededor crecen los problemas de agua, de luz, de comunicación telefónica, de drenaje, 50 mil personas trabajan ante un apocalipsis de cascajo y polvo. El duelo honra de modo genuino a los miles de víctimas y este sentimiento de tragedia que es lealtad nacional y humana se reafirma ante cada información estremecedora: la niña de seis años que duró más de un día en los escombros protegida por los cadáveres de sus padres y que al ser rescatada, exigía que se extrajeran sus cuerpos; el joven que ha esperado más de 20 horas inmóvil, frente al edificio en que está atrapada su madre; los bomberos y marinos y socorristas y voluntarios y policías que distribuyeron anónimamente proezas y generosidad en la vigilia de los acordonamientos y de las búsquedas con grave riesgo.

Viernes 20, 7:38 de la noche. Inevitablemente, el nuevo temblor afianza el pánico El miedo se extiende y se prodiga en los rezos en plena calle, en los hombres y mujeres hincados sollozando, en frases incoherentes dichas a nadie desde la angustia, en expresiones verbales contra las autoridades invisibles. Como antes, la gente confió por unas horas en la nobleza protectora de la calle y muchísimos prefirieron caminar desconcertados y ansiosos a la deriva, la zozobra es la sombra de las multitudes que acuden al Zócalo esta noche a modo de peregrinación, en grupos crecientes, implorando de seguro el ánimo protector de los poderes allí instalados. Mientras, continúan las noticias de derrumbes (presentes e inminentes) y fugas de gas, los llamados a la población para que identifique cadáveres, y no se deje gobernar por nervios alterados y rumores. En el primer instante, la exhortación a la calma fue inútil en lo que buena parte de los capitalinos se refiere. El segundo temblor ostensible apuntaló la vocación milenarista, las consejas previsibles sobre el fin del siglo, las conversaciones circulares en torno a la necesidad y a la imposibilidad de largarse de este hoy.

Entre hambre de noticias contables y sonido de ambulancias, la solidaridad persiste, y en buena medida la toma de poderes cívicos. Se rescatan con vida algunos desaparecidos, sigue llegando la ayuda de nacionales y de gobiernos e instituciones extranjeras, se ofrecen escuelas y frontones como albergues, el deseo compulsivo de ayudar va de los radioaficionados a los cuerpos de seguridad y rescate, pero la buena y magnífica voluntad se detiene ante la escasez de recursos. Existe, es la conclusión preliminar, un espíritu cívico y nacional más vigoroso de lo que se suponía. Hay también el agravamiento de la desmoralización fundada en la crisis, hay pesadumbre, y un dolor que es conciencia de sociedad y de país, contagiado y solidificado por los relatos de la destrucción. Gracias a la reverencia por la vida probada ahora, en diversos y amplios sectores se profundiza un nuevo pacto social, cuya suerte dependerá en enorme medida de la lucha democrática por la racionalidad urbana.

18 septiembre 2006

Wonk uoy naht noitceffa erom deen I

Fuga Cósmica


Entre la tiniebla ronda el fantasma de mi deseo, que acallado permanecía oculto e inerte. Sólo cazadores de sueños, impulsivos y con magia, hacían que despertase el ser que duerme en lo más profundo de mi mente.

Ráfagas de luz transitan frente a mi cara en este sitio oscuro que está tras el volante. Iluminan el eco y las gotas, de un dolor que hoy ha librado la reja. Es un vacío que deja el derrame de los sentimientos, que han desbordado por este vaso sin una boca que tenga sed para recibirlos.

Sin sed…

Misma historia, repetida cientos de veces, cual condena perpetua que me orillo a seguir pagando. Me sorprende que no creyendo en los sueños, no creyendo en el amor eterno me encuentre a mí siempre intentando, siempre derramando esa agua que alimente y sacie la vida de un alguien.

Por eso bien sé que me sedujo otro camino. Que deje de creer y crear buscando así olvidar este martirio. Nada intenté y nada pretendí al estar contigo, pero insististe en venir aquí, en buscar mi corazón herido. Llegaste con esa sonrisa, con esa actitud de frescura y ese aire solitario que siempre acompaña tu presencia, llegaste con tus sueños y tus luces, hablando de un amor muy buscado.

¿Porqué despertarme? ¿Porqué llamar a una fiera contenida? Era feliz sin amarte, yo era feliz sin necesitar más de la vida. Porque sin dolor, sin ese gran dolor, yo podía hacer frente a todo el mundo y aprendí a no necesitarlo, aprendí a sobrevivir sin esa dependencia de agonía.

Pero insististe, con esa mirada perdida en el cielo, con esos momentos atascados de energía, insististe, con ese maldito afán tuyo de lograr dejar una huella, de ser esa estrella, de ser todo el mundo.

Y maldita sea mi suerte, que lo lograste.

Pero tú, boca sin sed, aún juegas con el don que te fue dado y has venido a hacer temblar las cadenas de mi demonio. Que si el amor es la palabra que significa la creación absoluta, también has de saber que la destrucción completa va ligada de su mano.

Y hoy, me has demostrado algo: que me tienes comiendo de tu mano. Que esta fiera contenida ha desbordado mis controles. Sólo soy un niño llorón dentro de un coche, que busca por ese amor, que aún no se ha encontrado.

Y con dignidad te lo digo: Sé que volvería a intentarlo…

Sé que detrás de la fachada construida, un ser de luz espía estos pasos, sé mejor que nunca, que aquí no acabará mi historia. Son etapas y muchos ciclos que se han cumplido paso a paso. Hoy eres uno más, hoy sólo eres uno más de esos recuerdos que acumulan fuerza a mi fiera contenida.
Trago mis lágrimas, levanto mi mano, tomo mis sentimientos y los devuelvo a una cajita. Ni idea tienes, ni una sola te imaginas, de que esto sólo es un paso adelante en esta historia. Un ciclo se ha cerrado, un punto ya ha quedado, para llevarme hacia otro lado y de ti poco quedará, salvo el recuerdo de un verano que ha pasado.

Salgo del auto, tomo las llaves y jugueteo con ellas sentado en el cofre, miro hacia arriba y un cielo nublado no me deja ver lo que detrás se esconde.

Magnifica escena, de elementos conmigo, que reflejan mi estado en semblanza. Hace un poco de frío, soledad que ha vuelto a mí, y que es anuncio de una siguiente etapa.

Y de repente,
En medio de las nubes,
El cielo se asoma.

Brillante y orgulloso,
Mira hacia mí un astro.

La paz es tajante e infinita, la muerte inminente y aceptada,

“¿De que te has de preocupar, si lo que realmente importa no has perdido?”

17 septiembre 2006

Wicked

Me enamoré de ti mientras cantaba, mientras tenía audífonos puestos y susurraba una canción. Me enamoré de ti, quedé perdido, por el vicio de tu cuerpo y por la adicción a tus palabras.

Desde ahí nunca he dejado de estar contigo.

Fui hechizado... en un camino amarillo.

15 septiembre 2006

Fenix



"Si hay una cosa que sí sé

Es que tú regresarás...

Y con ello sé también

Que nadie como tú a mí me amará...


Sabes, mejor que yo

Los secretos mas profundos de mi corazón

Y nunca temerás

De quien yo vaya a ser.


Porque soy parte de ti, desde el principio de nuestro mundo, porque soy y sé: seré, esa parte que has buscado siempre. Sé que me dejarás amar y ser y vivir libremente, y también sé que yo te dejaré ser y crear un mundo que terminará en mí


Sé que me has mentido y ocultado muchas cosas,

Sé que lo haces porque yo no debo saber nada de ello ahora

Y sé que no fracasarás en tu intento de mejorar

Y yo a veces no sé si lo sabré lograr...


Pero no dejaré de intentar

No cesará mi anhelo de vivir mi vida

No dejaré de buscar la noche con alegría

Ni dejaré de susurrarte lo que sabes aunque siempre haya alguien más.


Sí, hoy me encuentro bien

Con problemas y con suerte

Sí, yo sé que me desgasto mucho en batallas muy raras,

Pero creo en mi capacidad de crear mundos nuevos.

Soy un wey que cambia los terrenos, abre puertas, cruza abismos

Y cual Fenix siempre renueva su promesa en cada intento.

Y nadie entiende mis gestos como tú, ni sabe que palabras voy a decir (tú sí), ni se sorprende como yo te sorprendo ni le duelo como a ti te duelo. Yo ya sé cual es mi lugar y tú ya sabes donde puedes llegar, y hoy que sé lo que sé y que sabes que lo sé

Sé que entiendes que siempre busco el lugar donde sé que has de estar.

Porque te extraño...

Y ¿cómo no hacerlo?"


Fenix miró al cielo, buscando una señal para volar entre la noche, porque cuentan que siempre sabe el lugar donde es esperado. Fenix yace en su nido, contemplando mi imagen en el espacio, sabiendo que hoy no hay final, que él aún no se hará presente. Yo me pregunto si se acerca su venida, porque siempre se hace presente en estos tiempos y Fenix no hace ruido alguno, porque no planea crearme conflictos. Él nunca ha venido a dañarme, siempre ha venido a demostrar el cambio, porque todo en este mundo cambia y porque todo el amor se transforma.

Ha visto paraísos que se tornaron en infiernos y él mejor que nadie conoce el sacrificio que crean los sentimientos, que a los ojos comunes crean victimas y victimarios, pero para él crean ciclos nuevos.

Él no es maestro y mucho enseña, acerca de lo importante que es morir mil veces, para luego renacer de las cenizas y volar de nuevo. Fenix ha visto que los cobardes sólo mueren una vez y nunca más quieren morir, pero ellos terminan muertos en la prisión de su propio miedo.

A Fenix le emocionan las escenas de amor intenso, tan profundo que el tiempo se detiene indivisible. Fenix ha sido a veces convocado a su pesar, para sellar ciclos que debían permanecer abiertos. Muchas veces fue e hizo su labor y la onda expansiva acabo con todo, sin dejar un rastro, provocando hasta el olvido. Y también Fenix sabe que muchas veces aunque él intentara, el lazo no se rompió, el hilo no se quemó y el ciclo no se acabó y vio que las cosas destinadas e inseparables no se queman con el cambio... sólo se reafirman. Las escenas que aunque se detuvieron en el tiempo se quemaron eran ciclos que terminaron antes pero que ese no era el final real de ellas y esas cosas también pasan, como tanto en el universo.

Hay ciclos que no se cierran, pese a haber una presencia de Fenix,
la esencia permanece flotando, el lazo arde pero no se rompe,
Fenix sabe que ese hilo significa que en algún lugar yace una respuesta pendiente,
que sólo cuando quedé sellada, romperá el ciclo por sí mismo.

Pero hoy Fenix me ha mirado, no esta triste, ni contento, sólo atento. Yo he pensado si su venida se acerca y una paz me transmite su paz que me dice: no es momento.

No es un lazo indivisible el que atraviesas,
Pero tu lazo tiene magia,
Y aunque tu duda siempre insiste y ha convocado mi grito,
Tu voz hoy no será escuchada.

Porque ha llegado un hilo diferente a otros hilos,
Y el ciclo no se rompera porque no hay nada que romper,
Es tu presente y seguirá siempre tu presente durante el tiempo que deba serlo,
Y cuando yo vaya, puedo asegurarte que esta vez ni tú estarás seguro.

Tú, pequeña estrella, ya has conocido las clases de hilos,
Que sostienen las cabezas de todos los pasos andados,
Tú me conociste como el calor de los cambios constantemente,
Y empezaste a hablar conmigo acostumbrado a que todo se iba.

Un día conociste el hilo que no termina de caer,
Y te dejó esa sensación extraña de un pendiente,
Y con ella la seguridad de que llegará el día
En que ese hilo se romperá.

¿Cómo será y que ocurrirá? Nadie de tu mundo ha de saberlo,
Y nada te diré, tu respuesta ha de encontrarte,
Pero cuando llegue ese momento, ni antes ni mas tarde,
Ese hilo romperá... porque nunca más será presente.

Lo sabías cuando yo me hice presente.

Después, gloria tuya que lo sepas,
El lazo indivisble se hizo presente,
Intenté quemarlo, lo intenté inutilmente,
No puedo yo renovar, lo que es hecho para siempre.

Duerme tranquilo en las noches,
Que has tenido la suerte de saberlo,
De saber que lo que mas amas,
Te ha sido dado, lo conoces y no será roto.

Muchos mueren sin saberlo,
Muchos pasan sin darse cuenta,
Miles ignoran que estará en su camino,
Pocos ven quien es su destino.

Y hoy,
el lazo que esperas que se rompa,
no será roto.

¿Que hilo es me preguntas?
Sabes que hilo no es...

Su clase es rara, de esos hilos rondan muchos, pero no todos, en el mundo,
Llevan algo que es necesario saber, de lo que también forma parte de tu vida,
Pues el universo da mil dones que presenta de muchas formas,
Y este hilo es peculiar... es un hilo de tu camino.

Esta clase de hilo se rompe, es su destino romperse,
Pero transforman el entorno con efectos muy distintos,
Es un hilo de experiencias que no a todos les es brindado,
y este hilo que es tu hilo, será inolvidable.

Cuando fui convocado a romper un hilo indivisible,
fue tu destino después encontrarte hilos de don raro,
capaces de transformar, de desolar y de crear cosas que no imaginaste,
son hilos del camino, destinados a transformarte más que nunca.

Porque te han sido dadas alas,
Y un Don manifiesto,
Te ha sido dada una misión,
Que Él sabe que será concretada.

Yo nunca llegué porque me pensaras,
Llegué porque era el momento del cambio,
Sólo muriendo mil veces entienden su lugar en el mundo,
Pero tú ya sabes cual es este... tu camino ya ha virado.

Esta vez no será como las otras,
Esta vez vas a vivir mas duramente,
Porque cuando llegué el momento que el hilo se rompa,
Tú ya habrás entonces de ser diferente.

Es otra forma de hacerme presente,
Es constante, no calcula,
Ellos crean, mantienen, desolan, transforman,
Sin que en tu camino mueras otra vez.

Porque siempre será mas complejo,
Y las lecciones se harán mucho más duras,
Pero tú sabes que nada de esto,
Será algo que no soportes.

Ten calma,
No hay porque llamarme,
Ya estabas lísto para ser quien realmente eres,
Este hilo es un tránsito ligado a tu hilo indivisible.

No temas, no hay de que temer,
No vas a morir, pero sí me has de ver,
Y cuando mueras otra vez, nacerás aún más consciente,
De que tu voz es escuchada, de que nada es coincidente.

Tu canto ha hecho llover en una tierra donde hace falta el agua,
Tu grito ha dado insomnio a mil personas en quienes me haré presente,
Mi silencio te ha hecho ver, que no hay porque temer,
Tu voz ha hecho que yo te diga, que todo bb estará bien.

Porque estás protegido,
Te ha sido dada una bendición,
De tener en tu camino,
Una vida que contar.

Porque él hilo no se romperá,
y porque ahora este hilo nuevo algo ha de traer,
Déjate sorprender...

Porque el mañana llegará.










14 septiembre 2006

Why? What does it mean?



No sé porque imagino la misma escena cuando pienso ti:

Me veo sentado frente a una barra ubicada en una cocina...

Hay ventanas grandes y un jardín...

Es de mañana y el Sol entra por todas las ventanas...

Tú te sirves un café y yo me estoy tomando alguna otra cosa, un juego de naranja por lo general...

La cocina siempre es de color claro, blanco y amarillo es la constante...

Es nuestra casa...

hay un periódico en la barra...

E insisto... no sé porque siempre mi mente me lleva a la misma escena...

Porque yo no me paro temprano,

Porque yo no tomo jugo de naranja!!! (me gusta pero no lo hago)

Porque aunque me gusten los periódicos no los leo!

Y porque el Sol de las mañanas es culero como él sólo...

Pero extrañamente la escena siempre me transmite una paz inmensa...

En fin...

Cosas que uno tiene en la cabeza...

13 septiembre 2006

What Happens Tomorrow, de Duran Duran

Child, don’t you worry
It’s enough; you’re growing up in such a hurry
Brings you down the news they sell ya’
To put in your mind that all mankind is a failure

But nobody knows
What’s gonna happen tomorrow
We try no to show
How frightened we are

If you let me
I’ll protect you
However I can…

You’ve got to believe
It’ll be alright in the end
You’ve got to believe
It’ll be alright again

Fighting because we’re so close
There are times we punish those who we need the most
No, we can’t wait for a savior
Only got ourselves to blame for this behavior

But nobody knows
What’s gonna happen tomorrow
We try no to show
How frightened we are

It would seem lonely
If you were the only
Star in the night?

You’ve got to believe
It’ll be alright in the end
You’ve got to believe
It’ll be alright again

And nobody knows
What’s gonna happen tomorrow (nobody knows)
So don’t let go
Now we’ve come this far…

Hold my hand please!
Understand me
You’ll never alone

We’ve got to believe
It’ll be alright in the end (nobody knows)
You’ve got to believe
It’ll be alright my friend (So don’t let go)

And yes we believe,
It’ll be alright again (So don’t let go)

Corcovado.




Un cantinho, um violao
Esse amor, uma cancao
Para fazer feliz ja que se ama

Muita calma para pensar
E ter tempo pra sonhar
Da janela ve-se o Corcovado
O Redentor, que lindo.

Quero a vida sempre assim
Com voce perto de mim
Ate o apagar da velha chama

E eu, que era triste
Descrente desse mundo
Ao encontrar voce eu conheci
O que e a felicidade, meu amor.

Me siento en mi sillón Rojo,
Disfrutando de música Lounge,
Que me transporta hacia el Brasil,
A mi sueño genial del Corcovado.

Me dejo llevar por una tarde en una hamaca,
Tumbado y más moreno, más que siempre,
Rodeado de esas voces tenues que me silban,
Una de esas hermosas rolas de Joao Gilberto.

El sol luce distinto acá en el sur,
Mi poesía nace libre, emborrachada en color verde y arena,
Y el mar, que contempla mi fantasía,
Me cuenta historias de verano.

La madera y su aroma humedecen mis ganas,
De darle a mi piel un color mas compartido,
Un par de ojos que acechar en la oscuridad que se aproxima,
Mientras las manos buscan el lugar donde crece esta emoción.

Delinearé tus curvas con mi lengua,
Mientras el sabor de tu color, penetra mi alma,
Y tocaré tu cuerpo, primero como algo frágil,
Para después con fuerza buscar llegar al fondo de ti.

Y tu grito sólo aumentará mis ganas,
De volar y de tener mis alas muy abiertas,
Para llevarte allá, donde el éxtasis rompe el cielo,
Y la fusión es indivisible, un hito humano.

Al despertar,
En mi mente el Corcovado,
Me hace sonreír…

Porque hoy yo he volado.

12 septiembre 2006

¿Será autoestima o será poesía?

Lo acepto, me he enamorado,
sí de él, de aquel que veo frente al espejo,
siempre me busca, siempre esta ahí para mí,
y me sonríe como él sabe hacerlo, ahh! y siempre me mira a los ojos.

Hoy cuando le miré, me encanto su barba y su bigote,
no sabia que se veía tan guapo con eso, realmente fue sorprendente.

Lo mejor de amarlo es sin duda el ser correspondido,
lo conozco demasiado y me sé todas sus virtudes y defectos.

A veces, me hace pasar por momentos duros pero yo le he hecho lo mismo...

Pero las relaciones reales son así...

¿O no amor?

11 septiembre 2006

Piloto Automático












Me abandoné a tu suerte,
Pensando que era lo correcto,
Intenté ser quien no soy,
Y me extravié en el camino.

Entonces los días empezaron a pesar más,
Y las noches se hicieron tediosas,
Y no es falta de cariño lo que siento,
Es la sensación de que me estoy perdiendo.

De repente veo que tú sientes algo similar,
Y veo que nos hemos esforzado mucho en esto,
Pero que hemos perdido el sentido, necesitamos girar el mando,
Para volver a nuestros caminos.

Porque de repente ya no somos,
Y entonces prendemos el piloto automático,
Nos dejamos llevar por la misma historia repetida,
Sabiendo donde empieza y donde acaba ese camino.

Por eso yo te propongo una cosa,
Lanzaré mi dummy de prejuicios al vacío,
Y dejaré de seguirte los pasos,
Seré de nuevo yo mismo.

No haré lo que tú haces,
No pisaré tus pisadas,
Dejaré las mías por donde pase,
Y volteare a admirar las tuyas.

Porque admiro al ser que tengo al lado,
Y no pretenderé más que todo ha de cambiar,
Nosotros somos y como somos nos queremos,
Puedo apagar el piloto automático.

10 septiembre 2006

Astro’s Lighthouse.














Cuando niño,
Disfruté como nadie de hacer barcos de papel,
Era lo único que sabía hacer,
Los aviones nunca fueron mi fuerte...

En aquellos días amaba como nada los días nublados y lluviosos,
Ver el entorno brillante, mojado,
Y ese cielo gris cuya luz alumbra todo con melancolía.

Caminaba con mi barco de papel,
Y buscaba los charquitos que llevaban una corriente,
Y ahí dejaba mi barquito,
Complacido de verlo moverse.

Llegó el día que yo crecí,
Y olvidé recuerdos de esos días,
En que mis sueños eran para mí el mundo entero,
Mis sueños eran lo único que yo tenía.

Hasta el día que hice un amigo…

Y después muchos más.

Y sucede que en una ocasión con uno de ellos,
Me encontraba yo frotándole su espalda y animándolo a seguir,
Pues la vida siempre cae en esas tormentas,
Que nos hacen debatir.

Pero mi amigo es un gran barco,
Con su vida y sus rutas navegantes,
Y no puedo dejarlo perderse en tormentas,
Porque en él hay más de un tripulante.

Yo le dije: Si te pierdes,
Si tu mundo deja de tener sentido,
Busca el faro, búscame en el faro,
Donde yo te daré auxilio.

Si nos perdemos en las rutas y los mares de la vida,
Que sepas que hay un puerto seguro,
En este corazón que pese a los cambios y pese al tiempo,
Siempre tendrá ese espacio que sólo es tuyo.

Ya no soy más un niño,
Ya no puedo dejar correr en charcos un barquito de papel,
Pero puedo alumbrar el horizonte siempre que pueda,
Para evitar que te puedas perder.

Porque miles son los faros que mi barco,
Condujeron a mil puertos,
Me permitieron sueños y grandezas,
Y los estrujos de corazón que da el amor.

Miles de faros y luces han prendido,
En este corto y largo camino,
Ellos son la muestra de hoy en día,
Que me prueba que tengo más que sólo un sueño.

09 septiembre 2006

AstroJr Attained The Power Of Ice

02 septiembre 2006

J D


Fue una sensación extraña el accidente, apenas recuerdo algunas cosas de ello. Dicen que conducía a buena velocidad pero que fue una distracción lo que me hizo volar por el aire y azotar contra el asfalto. La verdad yo no lo sé de cierto, no recuerdo casi nada de ello y creo, la neta, que eso es lo mejor.

Ese día quedé de verte, tenía tantas ganas de verte! Te había invitado al cine porque es algo que tú y yo no hemos hecho. Regresaba para alistarme y salir a buscarte pero yo no contaba con que no podría llevarte esa tarde –y lo siento-, eso es algo que la verdad lamenté no hacer, porque yo planeaba estar ahí contigo…

Pero ese día me encontraría tirado en la avenida. Sé, por quienes pudieron verlo, que el accidente fue realmente feo por la cuestión del golpe que me di en la cabeza y el hecho de que empecé a sangrar, que perdí el conocimiento y convulsioné...

No tengo idea de quienes ni como me ayudaron, sólo sé que tuve la suerte de que ocurriera cerca de personas que se prestaron a levantarme e impidieron que muriera ahí mismo. Una niña y su madre me auxiliaron y estuvieron junto a mí, fue la niña quien llegó corriendo a mi casa a decirle a mi madre qué me había pasado.

Yo recuperé conciencia cuando estaba con el médico que me inyectó en la cabeza y empezó a colocar los puntos en mi herida. Tomaron placas y vigilaron que todo el tiempo estuviera lo mas conciente posible, salí de ahí unas horas después sólo para mirar que estaba cerca de ti, a una puta cuadra de tu casa (sin poder llevarte al cine).

Te mandé llamar, fuiste lo primero en mi cabeza (sabes que eso significa todo)
Llegaste y al verme te quedaste sin saber que decir
¿Sabes algo? Sólo el verte ahí bastaba…
a veces, sólo saber que estás aquí basta, sin pedir nada más.

Sé que hay algo importante en mi vida, que esta dentro de mí…

Y sé que tú tienes mucho que ver en ello

Te llevaré al cine… lo sabes

Como sabes que tu sonrisa basta para creer que mi vida hoy tiene un sentido que no tenía (y que es taaaan raro… se siente muy extraño todo esto)

¿Qué es todo esto?

To My Cloud From His Rain


Where the river cross
crosses the lake
Where the words
Jump off my pen
and into your pages

Do you think just like that?
You can divide
This
You as yours
Me as mine
to before we were Us

if the rain
Has to separate from Itself
does it say
pick out your cloud?
pick out your cloud

If there is a Horizontal Line
that runs from the MAP
off your body
straight through the Land
shooting upright through my heart
Will this Horizontal Line
when asked
know how to find
Where you end?
where I begin?
pick out your cloud

How Light can play
and form a Ring of Rain
that can change bows into arrows (I found a thrill)
Who we were?
isn't lost
Beforewe were Us
Indigo
in his own Blue
always knew this

if the rain
Has to separate from Itself
does it say
pick out your cloud?

Ya te habia dicho antes que si acaso crees que yo podría olvidarte,
Ya te he dicho antes que siempre recuerdo lo que eres y el lugar en el que estás,
Ya has de saber que mi mirada te vigila, que mi recuerdo siempre acecha,
Porque nadie lo puede dividir...
El agua no se separa de las nubes...
Se pertenecen uno al otro...

No culpo mas a quien ha estado tanto tiempo ahí presente,
No le envidio mas por tener esa parte de mi mismo,
Sonrio al pensarle, sonrio porque tiene mi tesoro en sus manos,
No soy bueno, pero quisiera intentarlo.

Me encuentro bien, lleno de mi vida trivial,
Lleno de mis problematicas,
Que lleno con luz hasta que hago oscurecer,
Ese soy yo... tu mago negro.

Hoy para ti toda mi magia elemental,
Para darte una lluvia de paz,
Un viento lleno de recuerdos,
Un piso lleno de caminos,
Un rayo lleno de emoción,
También un hielo, que te recuerde que te quiero,
Y mi fuego, que siempre te acompañará.

Hoy no meteoros ni ultimas para invocar,
No odio nada ni a nadie, intento perdonar,
Sólo pido que te sepan adorar,
Tú que eres una parte de mi cuerpo,
Esa parte que no voy a dejar.

Shhh... Can you hear it?
My heartbeat...

Feliz cumpleaños

"TorI
AmoS"

a ver! descifra ese código... sé que puedes hacerlo... es el keyhole de este mensaje.

Tatuado en mi piel

Un Paso Adelante

Con un dolor constante la sangre comenzó a fluir,
Brotó por mi cabeza, la sentí pero no hice nada,
Creo que el morir significa nacer a algo nuevo,
Y bueno, este cambio lo esperaba aún sabiendo que podría sufrir.

Pero no estoy llorando,
No te diré adiós,
No me irá mal,
Y sé que estarás bien.

No me aferré a ti,
Tiraste del gatillo por considerarlo sano,
No te culpo,
Todos aprendemos diferente.

Pero no lloraré,
Seré feliz,
Aún no sé como,
Pero no estoy solo.

Dios habita en las dos caras de una hoja,
Dios habita en las dos fuerzas que se enfrentan una a otra,
Y dicen que a nadie ha abandonado nunca,
Es extraño… para no ser el mejor creyente, creo que es cierto.

No quiero interpretar eternamente el papel de victima o el de victimario,
Jugar a ser el justo, decir que soy bueno o que soy malo,
Simplemente hoy defiendo mi vida, la defiendo muriendo a los ciclos,
Y no me detendré a decidir si seré feliz, yo decidí vivir mi vida.

Mi vida, sus alegrías y sus tristezas,
Sí… mi vida, aquella de la que no dejan de hablar para bien y para mal,
Aquella en donde me despierto tarde y soy un perezoso hasta la madre,
Para luego dar un abrazo y mil palabras que no se pueden olvidar.

Sé qué he hecho,
Sé de donde vengo,
Sé que el camino es largo y las despedidas muchas,
Pero ya no tengo miedo de decirte adiós.

Porque a donde vaya y donde esté,
Yo siempre seré aquel niño que dices que ya no ves más,
Y siempre, aunque ahora me vea diferente, llevaré conmigo lo que amo más,
Nunca podría dejarme a mí detrás.

A quienes quiero, en mi piel los llevo,
Su sabor, su aroma, sus recuerdos y las pequeñas cosas que hemos hecho,
Ellas son parte de mí, parte del camino que me ha llevado por el mundo,
Sábete esto: nunca me dejaré detrás.

Porque dejarme atrás significaría olvidarte,
Significaría negar que te conozco y que te quiero,
Que me duele tu partida y que lo siento,
Y que muchas noches yo también lloro cuando es intenso algún recuerdo.

Nunca dejé de ser la persona que siempre he sido,
Simplemente las personas cambian, aunque el cambio no sea lo que cabría esperar,
Yo no te abandonaré, ni te dejaré creer que has perdido,
Cuando en realidad has ganado más de lo que se puede ganar.

Si hoy he muerto para que estés tranquilo, no te preocupes,
Que si es tu deber y tu camino, ya me encontrarás de nuevo,
No estés triste, que yo no lo estoy,
Yo elegí mi camino… tú ya has empezado a elegir.

Nuestras decisiones ocasionan cambios,
Que afectan el girar de nuestros cuerpos,
Nosotros cargamos siempre con la consecuencia de lo que hacemos,
Aprender es duro y hay que seguir andando.

No te dejé atrás, duérmete sabiendo eso,
Sabes donde estás, estás donde siempre has estado,
Sólo sé feliz y llega a donde nunca has andado,
La libertad que da el amor, mmmta! Tú no tienes idea de lo que digo!

Pero la tendrás…

Todos hemos de seguir muriendo hasta entender lo que es seguir viviendo.


Tidus


Cuentan que su mundo era un ensueño, que él nació de la fantasía de un mundo que se quedó sin esperanzas y que en el momento en que las fuerzas observaban estos hechos, crearon esta luz que podría alterar el orden completo del universo.

Yo conocí de la historia,
La historia del niño llorón que se convirtió en luz,
Sigo sin saber el desenlace,
Pero sé que estará bien.

Hoy me dio por recordarle,
Recordar su nombre y cuanto me pierdo cuando le escucho y veo sus ojos,
Soñadores… ¿Cuándo cambiaran?
Ojalá que nunca… a este mundo le hacen mucha falta.

About some kind of keyholes


Me suena raro saber que he sido defendido por las fuerzas que se me oponían,
Me resulta extraño, ajeno, quisiera ni saber.

Porque es más fácil odiar por odiar,
Que tratar de comprender…

Tomé el camino fácil,
Me juzgue bueno y decente,
Quise cobrarme daños que ya son parte del pasado,
Un pasado que nunca será futuro y que menos es ya mi presente.

Hoy empiezo a dejar de explicarme por todo,
Y a ser más conciso y más directo, a vivir sin darme cuenta,
Dejé, sin saberlo, de complicarlo todo,
Y poco a poco voy aprendiendo muchas cosas nuevas.

Estos días, veo una sonrisa que me hace creer en los sueños,
En sueños que son verdad y que no tuve que crear de una fantasía,
Empecé a vivir, a vivir la realidad de lo que tengo en este día,
Y a mezclarlo con mi soñar y divagar sin clavarme tanto en la cuestión del tiempo.

Así voy aprendiendo a conocer una nueva parte de mí mismo,
Capaz de querer sin necesitar tanto, de disfrutar del agua que me voy tomando,
Aun me pasa que “tengo mas hambre que los demás”
Pero aprenderé a comer mejor… me están ayudando.

Y hoy me descubrí dejando de odiar aquello que juzgaba tan importante,
Y me concentré un poquito más, en mirar mis manos y mi corazón.
Mi corazón… que te quiere tanto…

Este corazón…

Con tantos sellos que cerrar.