"There's something about you. Tears me inside out whenever you're around. There's something about you, speeding through my veins until we hit the ground, and there's something about this rush... Take it away! It made me feel so good! I get a feeling, you get a feeling, we got a feeling; like we could dieeee! Mooother!! We just can't get enough! We just can't get enough!"
27 febrero 2007
hace 62 primaveras...
Color Esperanza.
Sé que hay en tus ojos con solo mirar
que estas cansado de andar y de andar
y caminar girando siempre en un lugar.
Sé que las ventanas se pueden abrir
cambiar el aire depende de ti
te ayudara
vale la pena una vez más
Saber que se puede, querer que se pueda
quitarse los miedos, sacarlos afuera
pintarse la cara color esperanza
tentar al futuro con el corazón.
Es mejor perderse que nunca embarcar
mejor tentarse a dejar de intentar
aunque ya ves que no es tan fácil empezar
Sé que lo imposible se puede lograr
que la tristeza algún día se irá
y así será la vida cambia y cambiará
Sentirás que el alma vuela
por cantar una vez más
Vale más poder brillar
Que solo buscar ver el sol...
Yo canto.
26 febrero 2007
Escuchando a David Torrens.
Muchos lo recordarán por una canción que fue "tema telenovelero": Sentimientos Ajenos. Ese tema le di a conocer en todo México.
Pero esta noche me ha dado por recordarlo pues es una persona que tuve el placer de escuchar y conocer en el auditorio Ricardo Flores Magón de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (mi escuela, ejem ejem) en Ciudad Universitaria hace ya varios años cuando presentó en ella su segundo material discográfico.
Fue un verdadero momento aquel! Yo le admiraba muchísimo por su primer disco pues su voz es para mi muy bonita. Ese día me enteré por carteles de que estaría en el auditorio y ni dude en ir. Esa tarde me la pase diciéndole a todo mundo del concierto y nadie me pelaba mucho y pocos recordaron quien era, así que me la pase dando la misma explicación de "es el cantante de tal rola de tal telenovela" y ahí empezaban a recordarlo pero el único que demostraba estar desespeado era yo.
A las 5 pm de aquel día me salí de mi clase para dirigirme al concierto, lo cagado fue que mis amigos, ya impregnados de la curiosidad le pidieron permiso al maestro para ir al concierto y al acceder me acompañaron. El concierto estuvo de huevos, comprobé que su voz es verdaderamente un prodigio y comprobaría después que su voz en el concierto era idéntica a la de su grabación, así que verdaderamente al cantar le pone todo su corazón.
Recuerdo momentos climax como cuando cantó "serenata telefónica", canción donde terminó llorando; eso es y será inolvidable.
Ese concierto al estar así de impresionante me provocó algo que pocas veces he querido hacer: pedir un autógrafo.
Al terminar y despedirse yo ya me encontraba abajo, esperando para poder subir. Su equipo de trabajo se retiro y empezaron a acomodar sus cosas y él se apartó hacia una mesa al final del escenario para tomar agua. Entonces me trepé y avancé derechito hacia él para buscar el ansiado autógrafo y con todo el gusto del mundo me sonrió y me firmo mi papel amarillo qe estaba al centro de mi pequeño Diario/Agenda personal de aquel año.
Quizá no sea ni la gran cosa ni un gran detalle, pero en verdad que ser el primero en pedirlo ese día (porque después se acumuló la fila) fue algo básico para mí. Ser y estar ahí compartiendo un instante con esa persona que me causa muchas cosas buenas en mi mente cuando le escucho, de verdad que ese momento tiene su magia.
Y ahorita, simplemente recordando su voz, recuerdo ese instante, un gran momento.
25 febrero 2007
23 febrero 2007
Fragmentos de un Diario nuevo.
Lo admito, tener que despedirme es dejar ir una parte de mí, tener que decir "Nos vemos" en medio de la turbulencia me sabe amargo. Sólo guardo la esperanza de que este es el precio de lo que vale la pena, el apoyar, el no desistir, el resistir los embates pues yo me he prometido defender tu nombre, defender tu imagen...
A veces dudo, también lo admito. Dudo cuando llego a casa y veo que estoy tan lejos, dudo cuando siento que se escapa de mis manos un tesoro que apenas he encontrado... me da miedo perderlo, por eso dudo.
Pero nadie que te quiera te alejará de tus sueños y nadie que te ame no querra verte feliz.
Y porque te quiero respiro 30 veces para decirme que esto "pasará" y porque te amo me hago el fuerte, porque tu felicidad y tu sueño estan en juego.
Lo admito, los sacrificios conllevan costos y no quiero que el nuestro sea el costo de una separación. No después de encontrarme tan contento, tan libre, tan de alguien.
Y si para estar cerca tengo que permanecer a la distancia,
ten confianza de que mi corazón sabrá entender,
y de que aunque no sea fácil, yo podré comprender,
que esto es parte de un camino que ahora es nuestro.
Y si no fuera fácil tocar tu ventana,
me colaré entre las persianas y abrazaré tu silueta,
cuidando de los sueños, de mi músico y poeta,
de ese mi hombre que sí supo entender.
18 febrero 2007
Historias de soñadores.
Latir lento.

a cuenta gotas,
la miel se esparce,
a través de mi cuerpo.
Cálido beso,
de resaca intensa,
donde maravillosas noches dan paso,
a días llenos de tu luz.
Enfoco lentamente,
atrapando detalles,
atrapando recuerdos,
y mil mariposas.
Coleccionando instantes,
de una magia que perdura,
de un corazón que late,
al ritmo del mío.
Un corazón crea notas,
que nacieron de un lejos,
que cantan, que suenan,
para siempre en mis recuerdos.
Tu corazón crea junto al mío,
una armonía, una gran obra,
y de latir lento,
mi corazón te atesora.
16 febrero 2007
De manera más clara, si es posible, hay que proteger al hombre de las falsas esperanzas.
Sobre El Principito*

Traducido a 115 idiomas, siendo la pieza literaria francesa más leída en el siglo XX y la tercera más vendida en todo el mundo, sólo detrás de la Biblia y Das Kapital de Carlos Marx, El Principito es un clásico de la literatura universal y en palabras del filósofo Martin Heidegger, una de las grandes obras del existencialismo. Publicado el 6 de abril de 1943, El Principito no recibió buenos comentarios por la crítica. No sería sino hasta 1946 con la edición de Gallimard en Francia, que obtuvo un gran éxito e inmortalizó a su autor, el piloto aviador francés Antoine de Saint-Exupéry, quien desafortunadamente ya no pudo atestiguar este suceso. Saint-Exupéry despegó de Córcega a las 8: 45 del 31 de julio de 1944 en la que sería su última misión. El objetivo de la misma era tomar fotografías de Annecy y Grenoble, ocupados por los alemanes. Saint-Exupéry tenía combustible suficiente para volar por seis horas. Nunca regresó. No sería sino hasta el año 2000 que fueron encontrados los restos de su avión en el Mar Mediterráneo en lo que aparentemente fue producto del ataque de los Messerschmitt alemanes en la segunda guerra mundial.
Antoine de Saint-Exupéry nació el 29 de junio de 1900 en Lyon. De niño realizó sus estudios en un colegio jesuita y sus biógrafos destacan que el pequeño Antoine era un alumno mediocre con muy mala ortografía, si bien le apasionaban la música y la literatura. Cuanto tenía 12 años de edad, el célebre Védrines lo invitó a volar, hecho que marcaría la suerte de Saint-Exupéry. A los 21 años realizó su servicio militar y aprendió a pilotear aeronaves, por lo que obtuvo su licencia. Como piloto, Saint-Exupéry sufrió numerosos y graves accidentes, lo cual no mermó su interés por las alturas. Sus experiencias con tantos viajes, lo inspiraron para escribir numerosos libros. Por ejemplo, de su trabajo en la Aeropostale, donde cubrió la ruta Francia-norte de África, surgió su primer libro, Correo del Sur, publicado en 1928. Un año después fue designado director de Aeropostale Argentina y su labor consistía en llevar el correo entre Europa y América del Sur. Fue en Argentina que conoció a la salvadoreña Consuelo Suncín, con quien contraería nupcias en Buenos Aires en 1931. Las relaciones entre Antoine y Consuelo fueron difíciles y a ambos se les atribuyen aventuras extra-maritales. Sin embargo, cuando Saint-Exupéry despegó para su último vuelo, portaba una cadena grabada con el nombre de su mujer, la misma cadena que 50 años después encontraría un pescador francés cerca de Marsella.
Fue también en 1931, que Saint-Exupéry da a conocer Vuelo nocturno y en el año de 1939, cuando los vuelos de la ruta que cubría fueron suspendidos dado el advenimiento de la guerra, publicó Tierra de hombres. Empero, antes del inicio de la segunda gran conflagración mundial, Saint-Exupéry se estrelló en el desierto de Libia a finales de 1935. En 1936 fue designado corresponsal de un semanario parisino para cubrir la Guerra Civil Española y a continuación, en 1937, estando en Guatemala sufre un gravísimo accidente. En esta ocasión, ya no volvería a recuperarse. Ciertamente su perseverancia le permitió regresar al servicio aéreo en 1943, si bien las autoridades lo declararon "no apto" para entrar en combate y únicamente se le encomendarían misiones de exploración.
Cuando Francia cayó a manos de los alemanes, Saint-Exupéry inició su auto-exilio en Nueva York. Llegó a esa ciudad en 1942 con la idea de pasar un mes y se quedó por espacio de dos años. El motivo de su visita fue convencer a las autoridades estadunidenses de que ayudaran a Francia contra los invasores alemanes. Estados Unidos trató bien al piloto francés, cuyo libro El piloto de guerra (1942) ocupaba las estanterías de las principales librerías. Pero la fastuosidad de la cosmopolita ciudad estadunidense no bastaban para un hombre que tenía pocos conocidos, que se sentía aislado, y que no hablaba inglés. Además, el no estar en Francia lo llevó a auto-reproches, por haber abandonada al terruño a su suerte. En aras de estimularlo, la esposa de su editor, Elisabeth Reynal, fue quien le propuso escribir un cuento para niños. Específicamente lo instruyó a hacer una historia acerca de ese pequeño personaje de cabellos dorados que el propio Saint-Exupéry garabateaba desde hacía años en su correspondencia y escritos.
Sus biógrafos cuentan que Saint-Exupéry escribió El Principito sin parar y que leía pasajes de la obra a quienes lo visitaban a la hora de la cena. Considerando sus obras anteriores, El Principito era visto como un libro distinto, extraño, al que los lectores estadunidenses no se acostumbraron de inmediato. Después de todo, las obras precedentes del piloto francés lo hacían aparecer muy viril y era difícil imaginar que ese mismo autor podía redactar un libro para niños.
En realidad El Principito es, en cierta forma, una obra biográfica. La descripción de paisajes que Saint-Exupéry desarrolla en la obra evocan los volcanes que el piloto vio en Dakar. La célebre rosa con la que riñe El Principito es la propia Consuelo. Por cierto que la famosa riña es el punto de partida para que El Principito inicie su recorrido por siete planetas donde conocerá a extraños personajes hasta que llega a la Tierra y es recibido por una serpiente. Pero quizá de los pasajes más memorables sea el diálogo que El Principito sostiene con el zorro: sólo con el corazón se puede ver bien... lo esencial es invisible para los ojos. A juzgar por esta reflexión, ciertamente Antoine de Saint-Exupéry escribió con el corazón.
*Texto de Maria Cristina Rosas. http://www.paginasprodigy.com/mcrosas/principito.htm.
Yo tuve un amor.
