02 abril 2012

El Sabor De Tu Vida





Observo un videoclip, uno que tenía muchos años de no ver. En la primer escena de este un disco galáctico emite el sonido que se hacía antiguamente en los tocadiscos, cuando una aguja era colocada sobre él en movimiento y a través de un dispositivo amplificador la música sonaba. Sin saberlo, era esa la manera en que decíamos adiós a la vida que vivimos los nacidos antes del año 2000. El mundo entonces no era igual al mundo de hoy... en aquel momento no imaginábamos cuanto cambiarían las cosas; no hace nada de eso y, sin embargo, parece otro mundo. La vida no volvería a ser igual, ahora me doy cuenta.


La canción (una de mis muchas favoritas) lleva un título que entremezcla miedo, amor, inmadurez y deseo, sentimientos comunes del enamoramiento clásico; aquel que te orilla a hacerte preguntas y esfuerzos (y también errores, ¿para qué nos vamos a engañar haha). El título es "Dime que estarás ahí", cuyo significado más inmediato al entender la letra las primeras veces que la escuchas delata de inmediato al concepto de un modo más amplio: "Dime que aunque las cosas cambien... tú seguirás conmigo".


Recordé la escena, era 1997 y yo tenía apenas 16 años. Había descubierto la primer sensación que da el amor y, por ende, la primer gran decepción que deja cuando el sueño no se cumple. Era un soñador, ni siquiera salido del cascarón. Ni siquiera había empezado a escribir o a pensar en el rumbo de mis pasos. Era... otro tiempo. Y, sin imaginar, no me daba cuenta de que ya para entonces yo estaba insertado en la ola de cambios que experimentaba el mundo, eran finales de los 90 y el mundo ya había cambiado mucho de aquel en el que yo fui niño.


Para las generaciones nacidas en el nuevo milenio será difícil pensar cómo era el mundo que tenía teléfonos de disco, el mundo sin celulares ni internet en casa. Un mundo donde las personas, para enamorarse, debían ser capaces de hacer "promesas" cuando se conocían y de cumplirlas día con día.


Las personas hoy día siguen prometiéndose cosas, pero desconocen el esfuerzo que da escribir una carta. No les toco decorar su sobre, cuidar su caligrafía. No compraron la estampilla ni se angustian con la espera de una respuesta. Para alguien, sin más de 15 años hoy, es difícil creer que nuestros sueños podían ser escuchados en pequeño si acercabas el oído al disco de vinil mientras la aguja se sostenía sobre él. Ellos no conocieron ese viejo y hermoso sonido lleno de cicatrices sonoras, un objeto que debías cuidar con esmero si querías que durase mucho tiempo, pues se trataba de un puente sonoro que te hacía imaginar el estudio de grabación y sentir a la canción parte de ti, con sus instrumentos y su letra encerrados para siempre en ese pedazo derivado de petroleo al cual tú, con tu cuidado, pasabas a formar parte de él al darle vida, pues te involucraba para ocurrir y grabarse en tu corazón. Los chicos de hoy se involucran únicamente cuando dan Play al reproductor. Para ellos el mundo es rápido y visual ahora. Para nosotros, el mundo fue otro, y vaya que fue curioso, pues resulto ser el puente que enlazó lo que fue con lo que sería, fuimos la generación a la espera del futuro.


Vaya que hay recuerdos detrás de uno...


Quisiera contarte del olor de aquellas palomitas de maíz en los viejos cines (los microondas datan en México hacia los años 90), de cómo tomábamos agua de la llave cuando teníamos sed. La emoción de nuestros padres cuando surgió el videocassette y pudimos conservar las películas en casa y aquel pasatiempo que se volvería cultura, el videojuego; yo que fui generación "Mario" te lo digo, ¡fueron tiempos bieeeen padres! Parece tan lejano ahora, pero para mí ese fue el presente.


La vida cambia, todos los caminos continúan. Cuando eres niño la ilusión de crecer es inmensa y, cuando por fin eres adulto, no hay con que curar esas ganas de volver a ser un niño.


Así que, entre tumbos y cambios fui creciendo, los cassettes fueron, literalmente, mi accesorio más preciado (juntos a mis juegos). Algo que no distinguía entonces era la importancia de la música en mi vida. Fue el sonido de la música el que nunca me ha dejado solo, no importando las circunstancias. De niño no era capaz de entender muchas canciones pero si podía sentirlas, muy probablemente por eso les tengo tanto cariño, porque me definieron desde dentro. Para mi generación, los nacidos en los 80's, el cassete es el elemento musical de mayor identidad (no costaba lo que un disco y era mucho más práctico). El disco compacto empezó a ser popular a partir de 1990 cuando comenzaron a llegar a México y si bien la gente comenzó la transición (de hecho, era muy frecuente el consumo original de estos) fue hasta finales de esa década en que yo empecé a comprar los míos.


Así, mientras nos transformábamos social y culturalmente (en plenitud de mi adolescencia) fue que conocí a Spice Girls, esas 5 chicas que no pudimos creer cuando conquistaron al mundo entero. Sus canciones eran pegajosas hasta el tuétano y no necesitaban ser poesías para ser enormes piezas pop y, si bien es cierto que detrás de su concepto había una inmensa cantidad de hilos de mercadotecnia trabajando también lo es el hecho de que el mundo sucumbió al fenómeno a una magnitud tal que fueron ellas quienes impusieron las reglas del pop del fin del milenio. Lejos estaban los ochentas y los cabellos esponjados, era el final de una era y eso requería la potencia positiva que fluía idealmente de ellas.


Así que, en menos de dos años, esas 5 mujeres dieron la vuelta al mundo. Eran el reflejo del éxito, desde medio oriente hasta toda norteamérica, desde Brasil hasta Japón, por toda Europa. No hubo rincón que no supiese quienes eran Mel C, Mel B, Emma, Geri y Victoria. Entre sus logros está el haber conocido a grandes figuras del espectáculo y la política internacional, eran el centro de atención del mundo y este les hacía referencia y reverencia: ¡fue un fenómeno increible!


Así llegó Spice World, tanto el disco como la película. ¡Eran un fenómeno! Simon Fuller, su manager y productor, supo usar a este efecto global como catalizador y ellas bien le deben mucho de su éxito a ese hombre, que las construyo cómo un artesano y las pulió hasta que ellas mismas cobraron vida y le sacaron de la jugada. Era, en mi opinión, algo que tendría que pasar... y ellas pagaron el precio de probar su independencia. Perdieron un elemento (y con él, la esencia del girl power) y en un último (y gran) intento sacaron un disco como cuarteto, ya insertado en el sonido del nuevo mundo recién nacido en el año 2000.


Cada elemento, por separado, posee un pedazo importante de esa potencia que, a fines de los 90's puso el mundo a sus pies y, con su pedazo de fama, trataron de usarlo para seguir vigentes (había que tirarlo a la suerte). Melanie C es, de entre ellas, la más respetable, con una carrera que solidificó y que demostró lo que ya sabíamos: que ella era la mejor voz de la banda. Victoria dejó el Adams por el Beckham, apellido que ya le pertenecía desde los tiempos de la banda cuando se hizo novia del guapo futbolista (en aquellos días: una promesa de mucha belleza llana y natural que, además, estaba llena de buena suerte), probó suerte en la música (incluso se volvió competencia directa de Sophie Ellis-Bextor en los charts del UK a principios de los dos miles) pero, al final, le fue más rentable la vida en el jet set al lado de David. Lo mismo se dedica a la moda que a mirar partidos, es delgada hasta la médula y, "se dice" es buena madre. Emma Bunton es, de entre ellas, un caso particular. Su cercanía con Mel C le ayudó mucho a empujar sus materiales como solista (Mel corea en muchos de sus temas) y, de entre las 5, es la única que ha alcanzado un número 1 en los charts como solista (What Took You So Long). Su voz es melodiosa y tierna, pero, a falta de agresividad en su tono de voz, no alcanza impactos profundos en el colectivo de la gente. Agrada a personas que gustamos del pop dulce pero no es la clase de artista que recuerdas al pensar en "Who Do You Think You Are" en pleno auge con las Spice; eso la dejó a medio camino en la música, lo que la llevó a incursionar en otras cosas. Lo mismo ha sido juez que parte de diferentes reality shows y, sin duda alguna, cada reencuentro de Spice Girls sin su voz sería una total pérdida de tiempo. Mel B es el caso contrario del de Emma, su voz tiene exceso de potencia, es muy poderosa, pero por si sola no resulta una experiencia que tengas ganas de querer repetir. A ella el reencuentro le vino bien, igual que la maternidad, además es una mujer bellísima y sin duda alguna se valora cada esfuerzo que ha hecho por mantenerse vigente; en su caso notas que el mote de "Scary Spice" no le venía nada mal, ni siquiera por dar miedo, más bien fue porque la mujer si tiene personalidad e impone, de ahí la necesidad de diluirle para disfrutarle, porque por si sola, es poco menos que tratrar de beberse el solvente de las pinturas. Así llegamos a Geri Halliwell, la vivaracha; Ella, sin duda alguna, fue la más arriesgada, que no la más lista. Pensó que dividiendo vencería y lo único que logró fue despedazar el conjunto. Fiel a su "apodo" dejó la banda y se lanzó casi de inmediato como solista, tenía personalidad y quiso romper con el camino que la llevó donde estaba, lo cual fue suicida. Logró colocarse en buen sitio dentro del gusto del público gay (que si una cosa sabe es elevar a personas a nivel de divas, apelando más a sus sensaciones que a construcciones razonadas de su gusto musical) e incluso llegó a formar parte de una comisión de naciones unidas -pues recordemos que la feminista era ella-, pero lo cierto es que nunca logró regresar al punto que escaló como "Ginger Spice" por si misma, ni siquiera cuando alcanzó una delgadez de tipo anoréxico. Por más rubia natural que siempre haya sido, la gente conservaba a una peliroja en mente, una que hacía que, junto al resto, todo funcionará. Con eso se demostró que la fórmula Spice consta de 5 elementos y que sin alguno de ellos, la banda, prácticamente, no existe. Fue en ese marco que se han reencontrado de tiempo en tiempo, más que evidente que por razones de cash que de otra cosa y, sin embargo, conservan su toque. En la actualidad todas son madres, detalle que bien podríamos aderezar con ese tema que hicieron al respecto en su primer disco y que yo por aquel entonces desprecié y ahora amo.


En fin... asumo que, llegados a este punto, debes estarte preguntando porqué convertí la historia que estaba contando en un documental de las Spice Girls, bueno, da la casualidad que era precisamente de ellas de quien quería hablarte, precisamente en ese marco de recuerdos y de anécdotas.


Nunca fue secreto, te quedará claro ahora, que fui y que soy fan de esa banda. No la llevo en mi corazón por los hechos y éxitos citados (por lo menos, no directamente), lo hago por todo aquello que me hicieron sentir como conjunto.


A nivel personal, mi gusto más fuerte siempre fue Mel C, a quién he seguido con el mismo fervor cuando se convirtió en solista que cuando eran banda todas juntas. Siempre he guardado gusto y respeto por los intentos y trabajos de las demás (básicamente, escucho a Mel C, a Emma y a Geri) pero, mi corazón se fue con Mel, that's a fact.


Muy probablemente yo sea una de las 10 personas que hubo comprado Spice World, la película de las spice, y debo ser uno de los 3 que la disfruta. Sin embargo hace dos noches, tras muchos años de no verla he vuelto a ponerla en el reproductor de DVD y, #confieso, he tenido ganas de llorar y necesidad de venir a escribir sobre esto pues descubrí un detalle en ella que no pensé que tendría un efecto en el tiempo.


Spice World es una película ridícula, así fue hecha y así es. Su humor está construido como una burla hacia las formas en que se construyó el fenómeno que las hizo famosas (recordemos que los ingleses tienen muy clara esa manera de hacer humor: la del sarcasmo y el humor negro que ridiculiza las cosas para enmarcarlas). No pretende ser buena, es más: no lo es y muy probablemente por eso es divertida para mí. Es bastante claro también que es un altar a sus egos y que incluso el propio Fuller (todavía su manager en aquellos días) aprovechó para insertarse en la trama -ciertamente lo estaba, pero ¿había que verlo?-. Sin embargo, pese a todos los puntos que podrían parecer negativos, si es posible sacar algo bueno de Spice World; yo lo sabía entonces pero no me fue claro totalmente, hasta ahora:


En un determinado momento de la trama, ellas se pelean. Han pasado mucho tiempo juntas, no tienen privacía ni vida personal; sobreviene una discusión y, su futuro tambalea cuando sus opiniones denotan ser dispares. Están confundidas y, en la confusión, no saben si están haciendo lo correcto e incluso se cuestionan si deben de seguir, ante lo cual surge el miedo y la duda.


Entonces, cada una en su propia casa, empieza a recordar aquel día en que todo empezó, el día en que no eran NADIE pero aspiraban a serlo. Sólo eran 5 chicas que se reunían en un café para ensayar juntas, queriendo formar una banda. El dueño del café no se mostraba muy de acuerdo con esa idea y para demostrarle de que eran capaces todas se levantan y presionan play a una cinta de cassette que contiene la primer versión del tema que las haría mover al mundo: "Wannabe", entonces lo cantan y lo bailan frente a él.


Creo que todos podemos sentirnos identificados con esa sensación, cuando te preguntas si estás haciendo lo correcto o si el camino en el que andas ha valido la pena. Tienes que recordar, en tu soledad, que eres todo aquello que haz vivido y que haz creído, eres aquello por lo que has luchado. Eres un sueño.


De tal suerte que, al recordar ellas el sueño que las impulsó a andar por ese camino, todas se encaminan nuevamente hacia aquel sitio dónde todo comenzó. Las 5 van llegando al frente del café (que yace cerrado y clausurado) y contemplan el sitio donde, años atrás, nacieron sus sueños. "Nada es igual" dice alguna de ellas y, efectivamente, nada lo es. Todo cambia (todo en este mundo) y lo que ayer era presente hoy son recuerdos (los tiempos cambian), pero esos momentos se conservan dentro de la memoria y el corazón para recordarnos quienes somos, quienes siempre hemos sido. Son la brújula de tu propia vida.


No es posible ir hacia atrás en el tiempo, sólo es posible moverse hacia adelante e, incluso aunque haya miedo y no se quiera avanzar, el tiempo no se detiene. Si miras quien has sido, recordaras quien eres y cuando sepas (o empieces a saber) quien eres sabrás a dónde quieres ir... esa forma siempre sirve cuando quieres refrescarte la memoria y el corazón.


Lo que yo no sabía era que a la escena alguien le puso, escondida, una leyenda: "la entenderás mejor cuando tengas 30". No es que exista tal leyenda o que sea así de explícita, es que realmente es cierto: la entenderás mejor cuando hayas avanzado en la línea del tiempo. Detrás de ti yace una historia, aquella que te construyó y por la cual haz decidido ser quien eres y creer lo que crees. He necesitado recordar a la luz de tantos cambios que me hacen temer y dudar y, sobre todo, cuando veo que no guardo relación con aquellos que hoy son muy jóvenes cuando hace apenas unos años yo me contaba cómo uno de ellos. Comprendí que, yo soy ese niño que, empezados los noventas, jugaba maquinitas, amaba las tortugas ninja y experimentaba oyendo rap y jazz. Soy aquel niño con sus deseos ocultos de tener alguien siempre a su lado, que hubiese compartido mis recuerdos, mis besos, mi historia.


Muchos chicos de hoy no han salido de su adolescencia y han vivido 3 veces y de regreso aquello por lo cual yo sólo soñaba cuando tuve su edad. Es una mezcla de alegría y dolor, incluso no negaré que tiene mucho de envidia. Deseo aquello que no tengo porque nunca he sido fácil de satisfacer, tengo hambre de amor y de contar historias y soy esta persona, un hombre que he luchado en aprender a querer, a entender y defender.


Soy mis errores, mis aciertos, soy el camino que estoy andando... ¿a dónde voy? Muchas veces no lo sé...


Pero ¿sabes cuál es mi sueño?


Que me digas que, pase lo que pase, tú estarás ahí.


Luis )|( Astro.


PD: ¿Quién diría, no? Lo que puede uno descubrir en una película "ridícula". (I'm smiling)


Spice Girls - Say You'll Be There (Dime Que Estarás Ahí)


Last time that we had this conversation
I decided we should be friends, hey
But now we're going 'round in circles,
Tell me will this deja vu never end? oh
And now you tell me that you're fallen in love,
Well I never ever thought that would be, and,
This time you gotta take it easy
Throwing far too much emotions at me

But any fool can see they're falling
I gotta make you understand

I'm, giving you everything
All that joy can bring
This I swear (I'll give you everything)
And all that I want from you is a promise you will be there
Say you will be there, oh
Say you will be there

Won't you sing it with me?

If you put two and two together you will see what our friendship is for, oh
If you can't work this equation then I guess I'll have to show you the door

There is no need to say you love me
It would be better left unsaid

I'm (I'm), giving you everything (I give you everything)
All that joy can bring (All that joy can bring)
This I swear (Yes, I swear)
And (And) all that I want from you (All I want from you)
Is a promise you (Is a promise you) will be there

Yeah... I want you

Any fool can see they're falling
I gotta make you understand...
I'll give you everything on this I swear
Just promise you'll always be there

I'm, giving you everything (I'm giving you everything)
All that joy can bring (All that joy can bring)
This I swear (Yes, I swear)
And all that I want from you (All that I want from you)
Is a promise you (I want you to promise you) will be there (Always be there)

I'm, giving you everything (I'm giving you everything)
All that joy can bring (All that joy can bring)
This I swear (Yes, I swear)
And all that I want from you (All that I want from you)
Is a promise you (I want you to promise you) will be there (Always be there)

I'm, giving you everything (I'm giving you everything)
All that joy can bring (All that joy can bring)
This I swear (Yes, I swear)
And all that I want from you...







La última vez que tuvimos esta conversación,
decidí que debíamos ser amigos, ¡hey!
pero ahora, sólo estamos yendo en círculos,
dime si esta sensación de que "ya lo viví" nunca va a acabar, oh,

Y ahora me dices que estás loco de amor,
Y bueno, yo nunca creí que eso pasaría, y
esta vez, tendrás que tomarlo con calma,
antes de tirarme tantas emociones desde lejos a mí.

Pero cualquier tonto puede ver como todo se cae,
Tendré que hacértelo entender:

Yo, te estoy dando todo
toda la alegría que puedo dar,
y que prometí (que te daría todo).
Y, todo lo que quiero de ti es la promesa de que tú estarás ahí,
Dime si estarás ahí, ¡oh!
Di que estarás ahí.

¡Oh! ¿acaso no cantarás junto a mí?

Si pones a dos y otros dos juntos vas a ver para que es nuestra amistad, ¡oh!
y si no puedes resolver la ecuación entonces creo que tendré que mostrarte la puerta.

No hay necesidad de que digas que me amas,
incluso es mejor que no lo digas.

Pues yo, te estoy dando todo
toda la alegría que puedo dar,
y que prometí (Sí, lo prometí).
Y, todo lo que quiero de ti,
es la promesa de que tú estarás ahí

Sí... ¡Te Quiero!

Cualquier tonto puede ver como todo se cae,
Tendré que hacértelo entender...
Que yo te daré todo lo que te prometí,
Sólo promete que estarás ahí.

Pues yo, te estoy dando todo (¡yo te estoy dando todo!)
toda esa alegría que puedo dar, (¡toda la que pueda dar)
Y que prometí (¡Sí, lo prometí).
Y, todo lo que quiero de ti (lo único que quiero de ti)
es la promesa de que tú (quiero que me prometas que tú) estarás ahí (siempre ahí)...

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