04 octubre 2006

El último de ellos.


















Él estaba parado en la estación. ¿Yo? Le miraba triste, sentado en la banca. Él tomo esa postura despreocupada de siempre y yo quise pensar que esto le afectaba pero que, como siempre, no daría muestra alguna de ello.

Traía puesto ese sombrero que tanto me gusta y esa camisa de cuadros rojos que le quite con los dientes la primera vez que cojimos. Realmente se veía tan guapo como el primer día, aún hoy, en el último de ellos.

Yo siempre supe que el sentimental era yo, siempre supe que el que iba sufrir era yo (y nunca quise evitarlo), pero lo que nunca supe es que él sería el último en decir algo, en dejar hablar su corazón. Entonces él volteó.

- Si te quiero ¿sabes? Mira, yo sé que no resultó lo que esperamos pero resultó mucho mejor de lo que yo creía. No soy alguien que acostumbre dar muchas muestras efusivas ni sentirme en la necesidad de expresarlo tanto, pero créeme: Fuiste el mejor.

- Entonces ¿Porque te vas?

- Tú sabes porque me voy...

- Pero...

- Hey Diego! Bien sabes porque me voy... no me hagas repetir la conversación otra vez únicamente porque esperas que cambie de opinión. Sólo estamos terminando esto antes de llegar al punto de querer matarnos, nadie morirá por ello, tú estarás bien y yo estaré bien, sólo es necesario hacerlo ahora o después vamos a lamentarlo ¿entendido? Aquí nadie ha dicho que no hay sentimiento ó que el cariño nos falló, simplemente no vamos bien juntos y de este modo, porque nuestros caminos no van a lados similares y tomar el del otro significaría dejar de andar el nuestro y eso para nadie es justo.

- Tu sabes mejor que nadie que eso de los caminos también tiene sus trampas, que tenía la manera de enlazarse...

- Sí, pero no lo haré...

- Sí, ya lo sé...

- Por eso debo irme.

- ...

- Mira, no me malentiendas, no quiero huir de algo que si siento, no te estoy abandonando, pero definitivamente estamos sometidos a una situación que nos está ahorcándo y créeme que me quiero mucho como para dejarme ahorcar y te quiero lo suficiente como para querer ahorcarte. Sé que para ninguno es fácil y sí, esta vez estarás seguro de que te extrañaré igual que tú a mí y de que aunque no fuimos perfectos yo sé que extrañaré esto, incluso los malos ratos, porque al final sí funcionó pero no era algo que pudiera durar para siempre.

- Lo sé, nadie esta dañado por esto.

- Así es y por lo tanto: no tristezas Diego... que nadie se ha muerto.

- Es que...

- Es que nada! ¿Porque buscar razones para estarlo diego? no te empecines en ello caray! Yo te quiero y parece no bastar, porque a huevo has de tener algo para creer! aunque sea una "tristeza" y no mames! Ya es tiempo de que asumas que no todo lo que no se ha tenido se tiene que agarrar como lo hace un niño! Si te aferras sufrirás en balde, porque yo estare siguiendo adelante mientras tú continuas viviendo en un punto que aquí se acaba. A partir de aqui toma tu vida y llévala a pasear a algún lado, si quieres llorar, si quieres recordarlo, podrás hacerlo pero defintivamente no te aferres! porque nada cambiará el hecho. A partir de aquí quedarás tú y sólo tú y eso es lo único que debe importar.

- Pero es que siempre he sido así! ¿Porqué me limitas?!

- Yo no te limito, tú te limitas! ¿Has visto la cantidad de weyes que hay detrás de ti? ¿Has visto tu reflejo en el espejo en las mañanas? Yo conozco a ese wey! porque yo viví con él, porque yo lo quise y porque aunque no fuera expresivo aprendí a conocerlo y a querer hasta sus manías! Diego! Tu vida está mejorando más a partir de este punto, querías experimentar, sentir y vivir esto y ambos tuvimos esa oportunidad! Ahora suéltala! Y ve por otra!

- Lo haces sonar tan fácil.

- Es que tú eres el que la complica! La vida no va a esperar a nadie diego: a nadie. Tú tienes que decidir si vas a estar triste o si vas a salir a darte una oportunidad de vivir tu vida. No te niegues tu propia historia. Está bien sentirse triste y frustrado cuando algo termina o no sale como esperábamos, pero es terrible permanecer ahí detenidos únicamente porque estamos esperando el momento en que todo regrese a ser lo que era. Ya cambiamos y tu miedo es perder algo aunque bien sabes que ya te está haciendo daño únicamente porque tienes miedo a todos los cambios que ello va a representar. Tú llegaste y me enfrentaste, tú fuiste quien llegó y me dijo: "¿Sabes que?, me quiero y no quiero que me dañes, es mejor terminar". Cumple lo que dices Diego! Sé feliz! Que nada te cuesta! Créeme que sé que tú eres mucho mejor que esto y sé que cuando descubras que puedes hacerlo entenderás porque no podría olvidarte.

- ¿Te vas queriéndome?

- Es que no me voy! No ha terminado nuestra historia juntos, pero ya no será lo que ya fue, porque ya sabes lo que pasará. Me voy queriéndote porque no pienso dañarte ni dañarme, me voy porque necesitamos ser felices, no querernos infelices. Necesitas algo diferente a mí, algo más estable, menos abrumador que yo y yo no quiero limitaciones ahorita, no por no poder con ellas sino porque aún no encuentro lo que esta haciendo falta. Es mi pedo lo que haga con mi vida y será el tuyo lo que hagas de aquí en adelante, sólo espero que no me convierta en el crucificado de los próximos 3 años porque creo que hasta tú tienes claro que no hay una sola herida en esto, sé que no actué bien, sé que quizá he sido duro y sé que me equivoque en muchas cosas, pero definitvamente también sé que no hay heridas y que antes de que las haya es mejor que seamos algo positivo uno para el otro en lugar de otra cicatriz que no sepamos cómo borrar.

- Te quiero Rafael, en verdad.

- Yo también y créeme que no sé entenderlo, pero sé que así es.

- Nosotros somos piezas de un juego mas grande, que va desarrollándose. Nosotros hemos hecho una labor juntos y hoy no es un día triste, ahora lo entiendo. Quise entrar aquí por mil razones y sé que no me equivoque en ello, pero quise pensar que sería mas grande, que sería mas duradero. No entendí que las cosas duran lo que tienen que durar y que a partir de ahí es necesario impulsarse a lo que sigue. Es cierto, tengo muchas cosas que ponerme a observar y en las cuales trabajar y también tengo muchas otras cosas que puedo empezar a hacer a partir de aquí. Trabajar en mí será una manera de alistarme a la siguiente etapa de mi vida y trabajar en mí será la representación personal de que tú trascendiste en mí, de que esto no fue en vano... gracias Rafael.

- Tú y tus discursos... sí... ahi la llevas.

- Sé feliz diego...

- Ah, no sé jejeje, yo sólo quiero tomarme tiempo y divertirme, es todo, tú me conoces.

- Sí, seguramente.

- Tranquilo bebe... te llamo el fin de semana.

- Cuidate y gracias, por todo.

- Diego: no agradezcas, tú eres mucho, no, demasiado especial e importante y sí alguien puede agradecer eso soy yo. Pero yo no soy aferrado y cuando algo no es para mí no querría retenerlo en balde y créeme que te quiero suficiente como para tratar de cuidarte aunque sea de este modo. Estaré cerca y seguiremos juntos, quédate con todo esto y transfórmalo en tu paso hacia adelante, porque yo no miraré atrás eh!!!

- Entendido...

- No sé porque te digo todo esto, nunca he sido así. No lograré entender fácilmente el cómo es que lograste despertar todo esto y me cuesta trabajo creer que quiero seguirte viendo. No entiendo como es que siendo tan distintos estamos tan alineados y como es que uno llegó a ser tan importante para el otro pero bueno, un costo tenía esto y nadie dijo que sería perfecto, además de que sabes que a mí esas cosas siempre me han dado mucha hueva. Realmente me has ayudado, muchísimo y en verdad: cuídate y cuida ese corazón. No porque te involucres tienes que salir lastimado.

- No estoy lastimado... sólo que no es fácil.

- Entendido, eso es aceptable... pero 3 días máximo ¿entendido? Ni uno más.

- Cuenta con ello.

- No me lo digas, hazlo.

El camión llegó entonces, lo vimos venir por la carretera.

- Es que me duele que haya sido así Rafael, me duele.

- Pero pasará Diego, para mí tampoco es fácil. Debo irme ya, mi vida me está esperando y a ti también te espera la tuya. No te niegues tu propia historia, tienes derecho a contarte las páginas que vienen, tienes derecho a vivir y a hacer lo que quieras hacer, eres libre, un ser libre que ha insistido mucho en permanecer atado, saca tus alas, reta a tu cielo y entonces deja que el viento te eleve suavemente. No tengas miedo, porque eres más fuerte de lo que tú mismo crees. Date la oportunidad de crear de nuevo, de ser tú más plenamente que nunca y por favor: No te aferres. Recuerda, vive, ríe, llora, pero no vivas de eso, porque no quiero creer que eres de los que pasa por esto y no aprende nada.

- Si amor, yo estaré bien.

El camión se detiene, él toma su maleta y pone un pie en escalón. Entonces voltea por última vez y dice:

- Eres lo mejor que he tenido y lamento no haber sido lo que tú necesitabas plenamente. Yo sí te necesitaba y por eso nunca te olvidaré, porque contigo aprendí que existe mucho más, ahora sólo espero encontrar lo que hace falta. Te quiero, nunca olvides eso.

- Gracias, yo también te quiero pendejo.

El camión se va entonces, dejando su estela de humo y nublando un instante el panorama. Entonces me levanto de esta banca y doy unos pasos hacia la calle, estoy vibrante, afectado por una emoción que no entiendo pero que al mismo tiempo que me da miedo me impulsa. Escucho dentro y una voz dulce me dice "te quiero", una lágrima sale de mi ojo derecho y es acompañada por otras momentos después en ambos. No temas perder lo que ames, teme no disfrutarlo. Si las cosas no salieron como esperabas, gira la hoja y vuelve a escribir. Que la experiencia nos construya y que no sea necesario siempre destruir para entender.

Sé a donde quiero ir, sé que es lo que quiero hacer.

Hacia allá me iré, porque no pienso negarme mi propia historia.






1 comentario:

Social Drinking y Su Sonido Chikinasty dijo...

so sad, so sweet, es tan tu.......aun aceptas ese abrazo que se te ofrece desde Ozkarland?