21 diciembre 2007

Segundo Overdrive


En esa madrugada me encontraste sentado en la roca de la playa. Sin hablar, tu compañía fue suficiente para mí. De negro, sabiendo que hay algo importante que hemos perdido -se ha extraviado-, he aullado a la luz de Luna por el regreso de nosotros mismos.

Entonces dije:

Si tocas a las puertas del cielo,
asegúrate de llevar un paracaídas,
porque la caída sera libre -si no se abren-,
y la cordura dará paso a la locura.

Fui abandonado por amor, algo que ya había pasado una vez,
"Yo volveré por ti", ¿Dónde escuché eso antes?
No me sorprendió volverme loco,
No esperas volver a vivir la misma historia dos veces.

Fueron días maravillosos,
llenos de una paz que nunca antes yo viví,
fueron días llenos de la "perfección" que todos buscan
Y enamorado -que iluso- yo creí.

Contuve por muchos años un demonio que me habita,
y siempre puse un letrero de advertencia: cuidado con el lobo.
Si sale no habrá forma de detenerlo,
hasta que vea sangre será suficiente.

Nunca fui inteligente ni poderoso, porque serlo significaría dejar al lobo suelto,
morder, herir, huir, lastimar...
y ser capaz de hacerlo sin una gota de culpa...
un demonio es un ángel terrestre.

Si me quieres ver despierto,
be prepared, porque soy un arma cargada,
que te llevará del suelo al cielo y de regreso en picada,
la pasión no perdona una traición.

Esa noche que perdí cordura,
mi arrebato clamaba por una muerte,
sangre! sangre! necesito sangre!
sólo encontré una forma de seguirte amando...

Y me herí.

Tomé una navaja filosa,
y arremetí contra mi piel,
y me sometí al tormento,
de decir un "te amo" que se escapa.

Me dejaron a mi suerte.

"Me prometí a mi mismo no herirme de nuevo...
no pude evitarlo...

Sólo así pude dejarte vivir..."

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