14 marzo 2010

Adivinar


¿Crees saber
A dónde va mi corazón?
No podrías... tampoco lo sé yo.

Así debe ser...

Cada día,
Debe comenzar todo otra vez,
Acercarte y recitar la poesía,
Siendo una conversación frente a tus ojos la que ves.

Decir,
Todo lo que significas,
Sin tener que abrir mi boca,
Sólo que sepas que así es...

Y si llueve,
Si me mojo,
¿Alguna vez me importo?
Yo siempre amé que lloviera...

Y si hace frío,
Y si mañana es primavera...
Acumularnos en la arena,
Con pasos de huellas que pueden crecer.

Como osos que nunca saben
De donde vino y a donde va,
Y que sin embargo salen,
A vivir la vida como se da...

Jugando cuando cae la tarde,
Caminando cuando llega el amanecer,
Durmiendo cuando el invierno llega,
Y amando al mundo florecer...

Somos, capaces de ver estrellas,
De preguntarnos ¿Qué son todas ellas?
De mirarnos y creer en la Luna,
Separarnos y llorar a oscuras...

Somos un viento, un momentito,
Tan breve, tan breve, que es el aliento,
De una vida que no espera, que nos lleva como hojas,
Que renuevan nuestros ciclos, que transforman nuestras vidas.

Y, diminutos como somos,
Nos causamos luces y heridas,
Unos a otros movemos sus días,
Sin saber que nos encaminamos al que sea nuestro lugar...

Ya que el destino no es la meta,
Es el camino,
Que no te aparte de aquello,
Que eres en realidad...

Aquello no que creímos,
Ese mundo, que no conocemos,
Pero que sabremos,
Era la finalidad...

Cuando el tiempo haya pasado,
Cuando veas que nadie te ha mentido,
Que todo cuanto ha existido,
Siempre fue la pura verdad.

Es por eso,
Que aunque insista no lo sé,
A donde llegaré...
Tu luz es una pista...

¿Crees saber a dónde va mi corazón?
Pueda ser... si has visto en mis ojos quien soy yo...
Si sabes, que nuestros caminos nos enlazan,
Que nuestros caminos... aunque diferentes, van al mismo lugar...

Tal vez por eso... uno intente adivinar...

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