10 agosto 2006

The Old Letter


No me engaño,
Siempre te extraño,
Siempre, en lo profundo de mi mente,
Eres tú en quien sigo pensando.

Toca el piano,
Siempre pienso en el piano,
Yo sigo tomándome la misma bebida,
Es la única manera en que no me olvidarás.

Tú, sí, tú, pendejo,
Eres tú al que siempre extraño,
Y nunca dejo de reírme,
De que seas tan pinche brujo.

Para saber mejor que yo lo que necesito,
Por ser tan cruel como para dejarme ser feliz,
Feliz sin ti y a la vez contigo,
Hijo de la chingada, sabes tanto más que yo.

No te odio, sabes que no te odio,
Dios! tú eres lo que yo más amo,
Pinche brujo, eres un pinche brujo!!!
Y no te mentiré: te extraño.

Conforme pasan las cosas las ideas se aclaran,
Y empiezo poco a poco a ver mucho de lo que tú me decías,
Soy cobarde, a veces me cuesta tanto encarar a mi vida,
Y sin embargo, sé que tú seguirías ahí por mí.

Sé que me darías el mundo,
Mundo entero de placeres,
Sé que el cielo es poca cosa para esto,
Tú serías capaz de venderte a ti por darme el universo.

Y sé que lloraste tanto como yo lloré por ti,
Nunca... entiende! Nunca puedo decir que te he olvidado,
Siempre estas aquí,

Como una brisa,
Como un recuerdo,
Como una luz,
Siempre estás aquí para mí.

No me engaño,
Siempre te extraño,
Siempre, en lo profundo de mi mente,
Eres tú en quien sigo pensando.

No tengo cura,
Ni quiero curarme,
Moriré con esto,
Viviré por ello.

Creo que hacia mucho que no te decia que te amo.

And I do.