13 febrero 2006

Solos tú y yo.


Mi corazón no tenía miedo, ni duda; se encontraba meditante, alejado... como si tratara de protegerme de golpes que antes pudieron aniquilarme completamente, como si fuera simplemente la reacción defensiva de un corazón que teme caer presa de promesas que mañana cambiarán. Y de repente llego y me doy cuenta: me gusta... le extraño...
Que sensación tan maravillosa. Alguien se ha esforzado en tocar tu cabello desde la lejanía y ha enviado sus mensajes en besos al viento esperando que lleguen a ti... y llegan.
Percibes su mirada aunque no lo veas de frente, percibes su aroma en tu cama como si estuviera acostado a tu lado y de repente te miras y te ves con la ausencia de sus palabras, de las platicas que mas que por su trascendencia son la muestra de que juntos somos algo diferente a cuando estamos solos, es entonces que me doy cuenta: mi corazón ha empezado a responder... he encontrado una respuesta.
Nos conocimos una tarde de Invierno, mientras yo regresaba de un viaje que prometía ser alivio de tensiones. Ciertamente me divertí, disfrute de las cosas y de cada momento sin importarme en nada mis pensamientos y sin dejarme arrastrar por un pasado que evidentemente ya no está. Pero en ese viaje yo sabía que ocurriría algo, que yo me percataba de señales que claramente me indicaban lo que yo ya no queria, lo que yo no estaba dispuesto a aceptar de alguien nunca más, y así fue.
La madrugada anterior a mi regreso dormí con un desconocido en mi cama, alguien que me había llevado a explorar regiones y mundos que jamás pensé conocer y encontrar, pero que en su corazón era un ser completamente estéril, amurallado, que no me permitiría acceso alguno y por el cual yo no pensaba desgastarme ni un momento. Era un desconocido porque yo no le conocí... nunca supe algo que fuera realmente de él, simplemente supe la versión oficial de una persona cuyos intereses e intenciones estan fuertemente alejados de lo que para mí significa convivir con alguien y si esa persona no me deja conocerle es obvio que no le conozco, por lo menos no por su propia iniciativa.
Terminamos acostándonos, tratándo de encontrar esa pieza, esa llave que hacía falta. Y efectivamente hallamos una llave, una respuesta... la que nos conducía hacia la salida.
Yo no decía nada, dejaba el tiempo correr y actuar por si mismo, pues yo ya conocía mi respuesta, lo que yo quería; si hubiese tenido que tomar la iniciativa para concluir este proceso entonces lo haría... pero dejaría que fuera él quien pusiera en orden su cabeza y decidiera él mismo que queria hacer, por él.
Se retiró con excusas que, si bien entiendo, se también que fueron un gesto cobarde, pues lo hizo mediante un mensaje de celular... fue algo triste, habría esperado que alguien a su edad estuviera ya mas consciente del valor que se debe respetar por ciertas cosas, pero así pasó y así lo acepté... finalmente había tomado una decisión, aunque no fuera por los medios mas adecuados.
Fue entonces que te encontré...
Caminaba pensativo por las calles de una zona donde abundan las personas que como tú y yo intentan encontrar su lugar a su modo y reparé en que tomabas un café afuera de un local tranquilo y bello mirando como las personas pasaban, se conocían, se involucraban... Me quedé observándote, miraba qué mirabas, trataba de entender por qué lo hacías y lo hacía porque me gustabas, porque humanamente me parecías atractivo, atrayente. Compré un café capuchino, me senté a tu lado y entonces te dije: Hola!. Tú me miraste, te saqué de tu estado contemplativo y me dirigiste una sonrisa simple, tranquila. Entonces empecé la conversación. Ahora sé que pensabas que no sería una conversación diferente a las usuales y que te sorprendió que no buscará nada de lo que los demás buscan, que simplemente hubiera tenido la osadía de charlar. ¿Es que las personas hoy en día ya han perdido el hábito de hablar? ¿Es acaso que ya hemos perdido el rasgo humano de nuestros ojos para convertirnos en seres que cual zombis buscan satisfactores que sacien su falta de vida?
Me pareció en principio que nuestra conversación sería rápida, que te asustaría y que encontrarías la forma de salir corriendo creando algún motivo ocurrente, pero me equivoqué. Te fuiste interesando y fue así como terminamos cenando, platicando de quienes somos y de cómo es que llegamos a este punto en que nos conocimos, dándonos cuenta de que, aunque escasas, aún hay personas que pueden encontrar en otras un sentido, una fuerza inexplicable que las alimenta, que las hace sentirse lozanas, mas vivas, personas que escuchan, que atienden... que aún aman.
Te interesaste en mí... tu mirada se concentró en buscar la mía, como si dentro de ella existieran las respuestas para las miles de preguntas que aún te despiertan algunas noches, como si en el interior de mis ojos estuviera una cerradura de la cual quizá tu tengas llave y que abra el mundo de experiencias y de detalles que harían que volvieras a estar loco, loco de amor, de ganas de correr, de gritar, de soñar, de creer.
Me preguntaste si saldría contigo de nuevo y admito que lo pensaba desde que me percaté de que sentía la misma sensación de búsqueda, medité un segundo en mi camino, en las cosas que han pasado y las pruebas que han venido a mi encuentro. Pensaba en las veces que he creído, en las miles que he llorado, en las cuentas por pagar y los vasos y la basura que en el departamento se acumulan... más allá de mis razónes existía una respuesta que yo no podía negar: sí.
No puedo huir de mí, de mis ganas de creer, de intentar y de crear algo que pueda ser un ejemplo y una energía que vivirá desde hoy por un mañana. No puedo negarme a encontrarme de frente a la felicidad, ya no quiero vivir huyendo de lo que amo y de los que intentan amarme, hoy digo sí, sí a la oportunidad de encontrarme cara a cara con el amor, sí es que de nueva cuenta ha decidido buscarme.
Llegas esta noche, me tomas de la mano, me conduces a un parque muy bonito y comenzamos a hablar, me cuentas de tu vida, de un poco de tus miedos, de tus amores. Percibo tu emoción al buscar mis ojos, percibo tu emoción al tocar mis manos, al sudar tu alma. Voy tratando de entender si esto es lo que busco, si yo podría vencer el miedo del ayer por una oportunidad que pueda dejarte junto a mí desde hoy y hacia el mañana... tengo miedo... lo percibo, esta presente, pero decido no escucharlo, seguir adelante, dejar que yo mismo encuentre los hechos que me hagan darme cuenta de que es lo que tengo en frente.
Pasamos una velada excelente, llena de risas y recuerdos, de hojas que vuelan y de sueños que flotan, de fantasmas que se alejan y de miedos que se apagan y sin darme cuenta, vas entrando al laberinto de mi mirada, vas abriendo puertas, encontrando salas, descubriendo cuadros, despertando un alma. Buscas una cerradura, buscas una puerta que tiene un símbolo que sabes que está ahí y no me percato bien a bien de todo lo que visitas, sólo te dejo entrar y eres tú quien esta buscando, preguntando, conociendo. Soy tu guía en un ser que me sé de memoría, pues soy yo mismo.
A la puerta de mi edificio me has besado... he sentido el tibio calor de un cariño que nace, que es un frágil filamento verde que ha nacido de un trato honesto, que ha nacido en medio de una tierra que derrumba, que consume, que provoca muerte. Ha nacido de tierra buena, de cimientos firmes, de un nutriente raro pero indispensable y que es el sentimiento mas sonado pero menos conocido en este mundo que hoy vivimos: el amor.
No te extrañe que haya cerrado la puerta, me quitara el abrigo y buscase una copa... he tenido miedo de este amor. Si viene de frente es que viene a buscarme, a cazarme de nuevo. Sé le ve mejor armado, con mas fuerza para poder probarme y sabia que no queria resistirme, que era y soy capaz de salir a buscarle, pero me daba miedo entrar a la guerra de las guerras, la batalla que para mí significara todo, me daba miedo que si en las demás apenas salí con vida en esta que venía de frente no fuera yo capaz de sobrevivir al intento, tenia miedo!!! ¿Que podía yo hacer?
Entonces miro sobre la chimenea. Fotos de mi vida se acumulan en una larga fila que muestra las secuencias de un pasado que ha sido complejo. Muestran la cara de un alma que ha enfrentado mil batallas, que ha defendido la causa hasta su muerte y que hoy cuando renace se ha topado con su guerra una vez más y de frente. Miro las escenas, recuerdo qué ha pasado, sonrío con las alegrías y recuerdo las cicatrices y el llanto... pienso en que cada minuto de cada vida que he vivido en estos años ha dejado una marca, ha significado un mundo de cosas que hoy me están sirviendo de algo, pienso que mi miedo ya es inútil, que mi miedo no me ayuda, que es un aliado traicionero que sólo busca retrasar mi llegada a un puerto que he buscado desde que nací.
Al final de las escenas me quedé pensativo, meditando y fue entonces que encontré a mi corazón, entonces le pregunte cómo se encontraba y qué sentía.
Mi corazón no tenía miedo, ni duda; sólo se encontraba meditante, distanciado... como si tratara de protegerme de golpes que antes pudieron aniquilarme completamente, como si fuera simplemente la reacción defensiva de un corazón que teme caer presa de promesas que mañana cambiarán. Le pregunto directamente qué siente... que me diga de frente que siente! Y entonces deja de callar y me responde sin temor: "él ya encontró la cerradura y ¿quieres saber algo más? Ya sabe que tiene la llave"
"Ya no tienes que escapar, ya el pasado no es útil porque para nada es el presente: El amor, que tú siempre has estado buscando, te encontró de nuevo. Te trae una experiencia aún mayor que las otras, que pondrá a prueba el valor de lo que has aprendido. Es prudente que te prepares, porque vienen alegrias y penas que siempre le acompañan en estos encuentros de prueba, pero es inútil que temas, de nada sirve temer de un amigo, de un amigo leal que no hace mas que ponerte de frente a la realidad, a la realidad que convive con el mundo del sueño, a la realidad que hace que las alegrías lo llenen todo y que los problemas duelan mas. No estás en una batalla!!! Estás en un encuentro!!! Las personas nunca ganan o pierden completamente: siempre adquieren cosas de ambas formas! siempre crean algo a partir de la evolución que una experiencia tuvo en ellas. No te estoy protegiendo del dolor, no estoy meditante y callado porque sí, te estoy protegiendo de ti, de tu capacidad por vulnerarte, para herirte. Nadie ha querido que mueras, ha sido tu destino morir y nacer hasta entender lo que no entendías, hasta valorar lo que no sentías, hasta saber que fuiste tú todo el tiempo quien terminó jalando su gatillo. ¿Que has de hacer? no te mates... no te mueras. Ve de frente, enfréntalo y asúmelo. Puedes salir lastimado, pero tú bien sabes que viviendo plenamente tus sentimientos siempre fue la forma en que la vida tuvo un valor total y completo. Ya has obtenido la experiencia necesaria, ya no eres un niño adolorido ni lastimado, ya no eres el que eras, deja ese estúpido miedo irse de una vez... Ya eres tú!!! Tú y yo en uno solo. Yo no te abandonaré y tú no me abandonarás...
No habrá mas muertes, sólo vivir esta vida, nuestra propia vida... y de ti depende"
Entonces fue que me he dado cuenta: Me gusta, le extraño... Yo ya te quiero.
Una semilla que planté, sin saberlo, en un tiempo y un espacio que no recuerdo (pero que mi corazón me ha demostrado que percibo) ha germinado ya y ha sido el comienzo de la vida de un ser que he de dejar crecer pues es una flor muy bella, una flor que en mí ha nacido, es la flor llamada amor.
El simple hecho de dar vida es en sí mismo algo tan magnífico y raro en estos días que simplemente este hecho ya es un triunfo que vale la pena celebrar y por el cual sonrío. Del futuro no sé nada que el presente no me indique, pero ignoro a donde conduce, a que lecciones y experiencias me llevará... esa es la sorpresa que ahora caminamos juntos, la sorpresa por la que has luchado tanto y por la que has buscado en el fondo de mis ojos.
Es la vida que camina, es la flor que resplandece al Sol, es un camino largo y lleno de detalles que ahora tú y yo caminamos juntos, es el barco que navega ya en dirección al puerto que una vez soñé.
Somos nosotros los que sabremos a donde va este camino, los que conducirán este navío a su destino, somos nosotros, solos tú y yo.

1 comentario:

Social Drinking y Su Sonido Chikinasty dijo...

Je solo dire esto:


ME GUSTA.... me pude recitar eso mientras me baja los chones?