11 junio 2008

La tarde de ayer.

Tomé un respiro en la hora en que el mundo cambia,
caminé por minutos viendo el mundo que me rodea,
fumé un cigarrillo, dejé a mis pies guiarme,
y observé que el cielo era hermosamente bello.

Fue uno de esos días hermosos, una antesala de un típico y bello día de verano,
el augurio de días que se avecinan frescos, lluviosos, nubosos, calurosos...
el deseo interno de ver ataredeceres que, como hoy, me quiten el aliento.

Las personas, corriendo en sus ciclos, riendo, gritando, ofendiendo, cambiando,
quitando, poniendo, subiendo, bajando...
con mil preocupaciones todos, con mil metas y muchos mas sueños,
con el miedo, frustraciones y seguramente ese deseo interno que nunca se va.

Todo en la hora en que el mundo cambia...

Un bello ataredecer, con un cielo de un azul muy poco usual,
mi humo exhalaba satisfecho: se ha cumplido un día más.
Es momento de que la mayoría corra a casa, de que la mayoría planée el mañana,
de que los amantes se encuentren o de que ocurran la sorpresa o la desgracia...

todo en el momento en el que todo es posible...

Esta es la magia del atardecer, desde el oriente de la ciudad: cumpliendo un día más en mi meta de hoy.

Keep Walkin'...

Astro

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