Un Once de Junio.

Dormir me sabe rico, me sabe chido, me sabe a mí...

Ver el atardecer me sabe propio, me sabe único, me sabe a ti...

Mi amiga recita a mi oído: deja todo, deja todo...

No quiero insistir en escribir por escribir, ni en trabajar por trabajar ni en vivir por vivir nomás...

Quiero que mi hoy me pertenezca, con su todo, con la sonrisa, con el apoyo, con las nuevas caras, con quienes no me miran...

Quiero que existan quienes me odian, quienes me olvidan, quienes recuerdo, quienes he olvidado...

Simplemente porque hoy quiero existir tanto y con tantas ganas, que quiero dejarlo todo... y que yo mismo me sepa rico, cada vez más rico.

Y que de que de estar yo tan vacío sepa a lo que ocultaban los demás sabores: a mí mismo.