01 septiembre 2008

Septiembre.


Cesan tiempos y vigencias,
el verano se disuelve al horizonte,
Un Sol tibio en el medio del atardecer,
anuncia el cambio en el tiempo.

El calor en mí se hace insoportable,
me siento encerrado en mi propio cuerpo,
busco salidas a todo este exceso
de un verano cálido que ardé al interior.

Libremente, elijo ver el atardecer tranquilo,
saciando mi alma de aquello que me inspira vida,
rondo y sondeo los nuevos sonidos de mi alma,
sus nuevos colores y esas sombras que siempre fui.

Y al tomar una fresa, morderla,
expongo mi lujuria en dósis de sútil,
desprendo un aroma, un veneno al cual no sufras,
he encontrado lo que no pueden resistir.

El deseo se repite, incesante en sus mentes,
¿es la duda el paso antes de caer en tentación?
Ven... y averigua que hay de cierto,
quizá sea la cura para tan terrible tu adicción.

No hay botes atados a puertos,
nada queda a que hacer luto,
llegó Septiembre, después del largo trayecto,
llegó Septiembre... y los indicadores muestran: ceros.


Un sabor la noche refresca,
un veneno calme tu pasión,
el verano se disuelve al horizonte,
mientras sabe a fresa mi interior.

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