30 septiembre 2008

La luz de Eärendil (Antes Home Run!)



"(Porque)...
en todo lo que hacemos
ponemos el pensamiento
de todo lo que amamos.
"


Tolkien, J. R. R. . El Señor de los Anillos, La Comunidad del Anillo, II-8*


Solía existir un camino, receptor de los viajeros. Un camino que conducia a una cerradura, tan fácil de abrir que bastaba dejar el corazón en ello. Dicen que los mejores regalos de la vida vienen en cosas sencillas y, de ese modo, quien tuvo sed y sueños que mostrar pudo beber y calmar sus ansiedades y ver su reflejo entre las estrellas... pudiendo de ese modo encontrar un sitio al cual llamar Hogar.

Sin embargo... Carne humana fácil de tentar. Es la vida una enseñanza que muchos secretos ha tenido que ocultar. Ante la imprudencia de un Rey y de viajeros que no supieron aprovechar su posición la puerta quedó cerrada y el sello desapareció.

Fue ahí cuando el viaje realmente comenzó...

Ante la tibia luz de la Luna llena, un viajero asomó entre las sombras. Trajo consigo aquella luz... aquella luz... que iluminaría cualquier entorno oscuro...

Encontrar una fuente de luz provoca invariablemente que las flores crezcan, que las rocas floten y que el universo se condense en ingravidez... El viajero, con sus magias ocultas, un brillante deseo y un semblante cansado carga valientemente la responsabilidad que hace mucho le conferimos a los héroes.

Son las tierras una vastedad donde todos cumplimos nuestra misión. Es esa luz de un mago viajero la que provocó que en el medio de las tempestades apareciera en la cima de una torre un brillo reconocible a la luz de Eärendil...

La Cerradura...

Crujieron los suelos, Y las estrellas parecieron apagarse... mientras todo flotó fue que apareció aquel viejo sello -y todo se detuvo, dejandonos incapaces de alcanzar la puerta-.

Esa cerradura...

Yo la recuerdo...

Es el sello que conduce al sitio que todos soñamos, lugar donde somos esperados, donde las lágrimas flotan en esferas de cristal y cada recuerdo es un universo en si mismo que se puede caminar...

¿Es que acaso se puede vivir sin tener que morir y disfrutar sin tener que sufrir?

Un lugar esta escrito para quien trae esperanza y amor al mundo. Un lugar le espera, un lugar le pertenece. Si ante la oscuridad temes, si parece que todo se ha perdido... sólo recuerda que hoy la luz ya lo ha probado: Existe una cerradura, en una puerta que aún existe, un brillo que no se ha apagado.

El corazón, ansioso... y nuestras prisas de humano... es caminar el único medio en que sabemos al mirar atrás lo que es pasado. Tanto es el peso de las ideas que fuimos nosotros quienes creamos la Gravedad y fueron nuestras decisiones las únicas responsables de que una cerradura haya que encontrar...

Destino del mundo, Es un abrazo... Abrazo la luz y la oscuridad. Es el mundo un todo, es largo el camino...

Ten fe...

Quien ama libre y sabiamente, no será esclavo nunca más.

Humano, que tiene que errar, para entender cual es su valor en el mundo. Deja que de pasos, deja que camine, dejame andar y perderme... que yo me sabré encontrar. Deja que mi corazón sea bueno, deja que mi espíritu cante, deja luz que un día vuelva yo al sello y sea capaz de reintentar...

Esta es la lucha, la guerra personal...

Nadie esta solo... Es lo que el viajero del corazón brillante ha logrado demostrar.



Astro.




*Hacia El Occidente.

1 comentario:

Alejandro de Andúnië dijo...

Inmensamente agradecido, guerrero del corazón cantante, estoy por la nobleza de tus palabras y paráfrasis magistrales...sigamos pues en el camino, a reencontrar la Cerradura del Camino al Occidente.