14 abril 2010

Death Reborn Revolution




Desde la semana pasada hasta ahora, he atravesado por puntos de cambio bastante sustanciales. De ello se desprende la alegoría que da título a este mensaje, un limite alcanzado en este año de revelación.

Parto de mí, de mis fallos y mi naturaleza complicada. Parto de mí, para analizar mi vida, mis problemas y mis recursos disponibles. Cuesta ver, que dentro de la neblina uno tiene sus manos y su luz para alumbrar el camino. Y busco, sigo buscando, que algo de mis palabras quede en ti aunque yo mismo pueda desaparecer en algún punto.

No poseo poder alguno más allá de las fantasías que enuncia mi cabeza, no puedo juzgarme un completo feliz, un rico o un poderoso. Pero son mi mente y mi corazón quienes me ayudan a caminar en el medio de mi propia niebla, eso me ayudó hace 3 años a encontrarme, eso ayuda ahora a mi cuerpo y mi mente a transformarse (con todo y los errores cometidos), por eso los enuncio de esa manera, para que sea mediante estos medios que mi alcance rebase mi mente y encuentre otra en la que hace ruido y eco. Es por eso que mis pensamientos aun se escriben y acumulan, porque aunque yo no sea mas poderoso que nadie, si tengo capacidad para decir lo que pienso, creo, sueño y veo, de ese modo yo me transformo y tú también, ambos aprendemos y podemos enlazarnos a través del pensamiento puro, como tantos existen en el mundo.

Me siento como una rola que suena mucho en la radio últimamente, me siento afín a sus estrofas y su pegajoso ritmo, pero eso lo guardo en el corazón y lo transporto en mí como parte de mi identidad, identidad que debe descubrir aún más islas y continentes dentro del amplio universo de la humanidad y del cosmos. No me siento atado, tampoco vulnerado, no siento rencor hacia otro porque cualquiera fuera ese otro: ya es pasado. Mi enemigo y el de todos, vive dentro de nuestra cabeza y me esfuerzo por seguir mis propias huellas, por encontrar más piezas que conforman esto que llamo "yo mismo" y dentro de ellas la capacidad de transformarme de lo que he sido a lo que soy y quiero ser.

La revolución de la vida y la muerte esta enunciada en este blog como un limite de clase "trance" y esos enunciados significan algo, no son sólo un adorno que versa mi fanatismo a muchas cosas o provoca gloria egolatra sobre mí, son fundamentos que yo entiendo metafóricamente y que he usado en mi vida diaria o me sé en capacidad de reflejar en un hecho real y tangible.

De ese modo, muchas cosas empezaron a modificarse en hechos prácticos a fuerte escala durante la semana pasada, fue una semana compleja y excitante, donde me enojé caprichosamente para después entristecerme por mi ceguera. Fue confrontarme conmigo mismo y aplicar en mí uno de mis propios postulados, de modo que eso tuvo efectos en el mundo cercano que me rodea y muchas cosas volvieron a transformarse súbitamente, en otro de esos inesperados momentos en que "las reglas cambian" y los cambios se suceden convirtiéndose en hechos que transforman lo que era en lo que es, nuevamente.

Recuperar control, estabilidad, de eso se trata la transformación y la revelación. Soltar, no por un ego dolido o un capricho roto, soltar porque hay cosas que no forman parte ya de mí y no me sirve de nada cargarlas en especie cuando ya han dejado una marca en mi vida y mi recuerdo.

Transformarme, internamente, desde el centro. Esa será la única manera de sellar las cerraduras rotas, la fe perdida, el entorno manchado. De este modo podré transformarme nuevamente para alcanzar aquellas cosas que soñé, aquello que veo en mí para mí. El amor, constato, no nace de promesas ni palabras que se rompen, no nace de flashes ni mariposas, no se construye en verso antes que en hecho. El amor nace de uno, nace de uno para uno, es una regla básica que permite que sobre a manos llenas y que sea posible compartirlo y difundirlo. Todos tenemos capacidad para crear, para ser y para amar pero duro es el camino del autodescubrimiento, de la búsqueda y de la distinción del verdadero significado de las palabras. Di por hecho muchas ideas en el pasado, ideas que constato que pueden modificarse en cualquier momento y que, si observaba bien, siempre dejan una marca que señala esa posibilidad. Razón y corazón son dos entes distintos cuya funcionalidad depende de una conjunción, depende no de saber equilibrar (porque esa labor es diaria y nunca es perfecta), depende de saber escuchar y distinguir entre ambas cosas. Hay momentos para sentir, hay momentos para actuar y los equilibrios de esa balanza son cabeza y corazón.

Nadie es perfecto, así que es seguro que cuento con fallas, con heridas. Marcas y cicatrices que señalan el tesoro de los que intentan las cosas: la experiencia; la experiencia que aporta aunque sea una semilla de conocimiento, semilla cuya tierra somos nosotros y que es nuestra entera responsabilidad hacer crecer o dejar morir. Hay toda clase de decisiones en el mundo, hay toda clase de posibilidades para uno... hoy, en el tramo final de la revolución de la vida y la muerte sellaré el pasado en nombre de este presente. Cerraré cerrojos antes de que la puerta aparezca, puerta que conduce a un nuevo mundo, un nuevo ciclo con nuevas reglas y aventuras. Estoy listo para avanzar, aunque tenga aun tanto por vencer y hacer.

Este mundo, es para vivirse...

Y hoy, la puerta estará lista.


Astro.

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