"No basta soñar para que un sueño sea real...
Lo siguiente es... construirlo"
Los arquitectos me impresionan, son capaces de imaginar algo en base a una necesidad, acomodar elementos, crear significados cuya trascendencia está destinada a un uso y a la perdurabilidad. Transforman sueños en realidad y esa realidad impone una forma que desafía al mundo, que distingue a su obra de cualquier otra y graba su nombre entre personalidades que son capaces de abstraer esencia y de crear con ella una escultura habitable que trasciende al tiempo.
Siento y creo en que es mediante arquitectura que los ideales se transforman en realidades. Una obra ocupa un lugar en el espacio y el tiempo y condensa en ella una esencia que es percibida por los sentidos. No es sólo visual, no se trata de únicamente trazar un plano, idear las formas y los espacios, se trata de más elementos que involucran a nuestros sentidos; los aromas toman parte, están en la madera, las paredes, los espacios verdes, por ejemplo. El tacto es básico, destaca en cada material y en los detalles que causan una elevación en el espíritu humano al unirse al conjunto total de la obra. Uno lo siente, desde que lo visualiza, desde que pisa el exterior, desde que entra y pasea por cada rincón. La obra condensa la filosofía para la cual fue creada, un reto nada fácil que involucra las imposiciones humanas, la necesidad práctica y la economía.
Así que un arquitecto es artífice de sueños, posee talento y don para construir un ideal en base a la realidad de la necesidad que le es encomendada. Fusiona ambas cosas: Real e Ideal, para darle forma a un sueño, hacerlo palpable, habitable, visible… trascendente…
No por nada la Arquitectura es considerada entre las mentes como una de las Bellas Artes, no es para menos. Son artistas, realizadores, expertos en mundos. Dominan inmensos espacios de ideas y requieren de muchas cosas para ayudarse en el camino. Su misión no es como la misión de los obreros o los ejecutivos, su misión es un arte disfrutable, un reto inteligente. Son trapecistas que mantienen el equilibrio entre lo que es verdad y lo que es ensueño, por lo que no pueden ser cualquier persona…
Creo que la comunicación no verbal también es magia, por lo cual creo que son magos. Capaces de conjurar elementos, de crear sensaciones, de abrir portales en el tiempo, de obrar milagros donde deben de ocurrir. Quizá muchos lo ignoren, quizá haya quienes lo usen indebidamente, pero para eso existen siempre personas diferentes, con dones y capacidades distintas capaces de entrelazarnos, enfrentarnos y provocarnos cambios y evoluciones.
Así que, dicho esto, quede claro mi respeto y admiración a los artífices de sueños, para aquellos que sueñan, que crean, que trascienden. Personas con defectos humanos, que lidian con la necesidad y el capricho ajenos, personas que aprenden a dominar y moldear el carácter justo de la forma en que sus sueños se yerguen soportando tempestades y el inevitable paso del tiempo.
¿Entiendes ahora porque te digo Brujo?
Hehehe…
Astro.
Lo siguiente es... construirlo"
Los arquitectos me impresionan, son capaces de imaginar algo en base a una necesidad, acomodar elementos, crear significados cuya trascendencia está destinada a un uso y a la perdurabilidad. Transforman sueños en realidad y esa realidad impone una forma que desafía al mundo, que distingue a su obra de cualquier otra y graba su nombre entre personalidades que son capaces de abstraer esencia y de crear con ella una escultura habitable que trasciende al tiempo.
Siento y creo en que es mediante arquitectura que los ideales se transforman en realidades. Una obra ocupa un lugar en el espacio y el tiempo y condensa en ella una esencia que es percibida por los sentidos. No es sólo visual, no se trata de únicamente trazar un plano, idear las formas y los espacios, se trata de más elementos que involucran a nuestros sentidos; los aromas toman parte, están en la madera, las paredes, los espacios verdes, por ejemplo. El tacto es básico, destaca en cada material y en los detalles que causan una elevación en el espíritu humano al unirse al conjunto total de la obra. Uno lo siente, desde que lo visualiza, desde que pisa el exterior, desde que entra y pasea por cada rincón. La obra condensa la filosofía para la cual fue creada, un reto nada fácil que involucra las imposiciones humanas, la necesidad práctica y la economía.
Así que un arquitecto es artífice de sueños, posee talento y don para construir un ideal en base a la realidad de la necesidad que le es encomendada. Fusiona ambas cosas: Real e Ideal, para darle forma a un sueño, hacerlo palpable, habitable, visible… trascendente…
No por nada la Arquitectura es considerada entre las mentes como una de las Bellas Artes, no es para menos. Son artistas, realizadores, expertos en mundos. Dominan inmensos espacios de ideas y requieren de muchas cosas para ayudarse en el camino. Su misión no es como la misión de los obreros o los ejecutivos, su misión es un arte disfrutable, un reto inteligente. Son trapecistas que mantienen el equilibrio entre lo que es verdad y lo que es ensueño, por lo que no pueden ser cualquier persona…
Creo que la comunicación no verbal también es magia, por lo cual creo que son magos. Capaces de conjurar elementos, de crear sensaciones, de abrir portales en el tiempo, de obrar milagros donde deben de ocurrir. Quizá muchos lo ignoren, quizá haya quienes lo usen indebidamente, pero para eso existen siempre personas diferentes, con dones y capacidades distintas capaces de entrelazarnos, enfrentarnos y provocarnos cambios y evoluciones.
Así que, dicho esto, quede claro mi respeto y admiración a los artífices de sueños, para aquellos que sueñan, que crean, que trascienden. Personas con defectos humanos, que lidian con la necesidad y el capricho ajenos, personas que aprenden a dominar y moldear el carácter justo de la forma en que sus sueños se yerguen soportando tempestades y el inevitable paso del tiempo.
¿Entiendes ahora porque te digo Brujo?
Hehehe…
Astro.