15 enero 2008

Idea Vendida.


Me siento en el sofá nuevamente. Teniendo tiempo de sobra para seguir sopesando los errores de mi vida. Me tomo tiempo de seguir odiando el tiempo, odiando los espejos, que dibujan un cuerpo que de adolescente yo deseaba y que de adulto ya no quiero. Me tomo el tiempo de pensar en ti, en si alguna vez pensarás en mí de la misma forma arraigada y enfermiza que lo hago yo; a oscuras, siempre negando que sigas presente.

Me he ocultado, me he apartado, me he llenado los bolsillos de lo que pensé que siempre hace falta y que ahora desearía tanto no tener. Liberarme del yugo de los clientes, liberarme de la propia necesidad que me creé un día cuando me vendí la idea de que "una vida mejor" era esto.

He viajado, he conocido, siempre presa de los tiempos, siempre yendo sin dejar algún amor. He partido por cada carretera, deseando lanzar el portafolios a la vía y emprender camino hacia lo más al sur.

Fue un error pensar, fue un error saber, fue un error creer que alguien entendería cuando ni yo mismo pude comprenderlo bien. Comprender que la alegría no necesita Dolce para verse bien, que el placer de compañía no necesita de cosa alguna más que mi propio ser.

Fue un error no besarte, fue un error no llorar a tus pies, fue un error no desesperarme, fue un error pensar que "yo lo hacia por tu bien", fue un error temer equivocarme, fue un error no querer conformarme con ser feliz, fue un error y siempre lo ha sido porque crecer no era esto! Este no fue el sueño que yo planée...

Pero fue el sueño que yo me compré.

Ahora resuelvo vidas, sin poder resolver mi propio crucigrama, donde me sé las respuestas pero los espacios no me alcanzan. Me convertí en justo aquello que defiendo, un problema, un caso no resuelto. No quiero esta vida! La vendo por 3 pesos! Es más te la regalo! Sólo lo que soy realmente me llevo!

No quiero esta vida, llena de trabajo y objetos, quiero mi vida de vuelta, llena de ti y de mi caminando sin dinero.

Yo quiero mi vida, llena de sueños y anhelos...

Dibujados en tu sonrisa, que sólo se conformaba con escuchar acerca de todo lo que hariamos cuando fueramos adultos. Inteligente tú, que nunca viste el futuro, que nunca viviste para él (sólo me escuchabas, comprendías). Bendito tú, que eras tan transparente, tibio y fiel. Bendito tú, que donde sea que tú estes siempre estés bien, porque tú si sabes amar, porque tú sabías hacerlo bien.

Mi reino por escuchar a mi corazón esta vez...

Mi vida entera por volver a tener el hermoso tormento de no quererte perder. De levantarme y prepararte el desayuno aunque tú salgas corriendo y no lo pruebes. Mi reclamo a media tarde y tus ojos grises diciendo: "lo siento, lo guardaste verdad? lo comeré", doy todo por volver a un día de enero que nunca debió partir...

pero que lo hizo.

Sabio eres, no fuiste presa de este error. Nadie te vendió una idea, tu compraste un sueño. Te entregaste al intento y al método de que la vida se ha hecho para ser feliz, de que los objetos son sólo eso y de que no necesitas todo para ser feliz. Sabio eres, tú, con tu corazón de oro, con tus arrebatos de momentos y tus disculpas siempre claras. Tú, el agua cristalina de un río que siempre supo que la vida es cada momento, de que los crucigramas se van resolviendo solos.

Bendito tú, cuyo placer reside en una casa. Tonto yo, que pensé que debía poseer un palacio. ¿donde viviría quién?

Heme aquí.

Me paro del sofá nuevamente, me acerco al ventanal. 7 cigarrillos yacen apagados y se me hace tarde para ir a entrenar. Tengo 5 casos pendientes y un vuelo reservado a Taiwan...

Tal vez un día tenga el valor de seguirte...

Tal vez un día me cansé yo de ideas comprar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

wow =) me gusto muchisimo, escribes super bien! das mucho en que pensar =) suerte!

p*