07 julio 2006

Mi


No necesito que sepas tocar el piano de la sala,
créeme... yo podría vivir sin todo eso,
no necesito que todos los días tengas que ser el mejor conmigo,
creo que por mucho para mí ya lo eres.

Y es que cuando el amor nos toca,
Veo que los defectos se vuelven tangibles con cada caricia,
Es entonces que podemos entender que dentro de la imperfección esto es perfecto,
eres la clase de ser terrenal que mi sonrisa inicia y eso quiero.

A veces descuelgo los cuadros de la sala,
los escondo detrás de los muebles y pienso en ellos todo el día,
obseso, impaciente por verte y llegar a colgarlos de nuevo,
creo que nunca he encontrado la forma de curar esta ansiedad.

Pero cuando el amor me tocó,
me dejó la huella de que cada mañana puedo hacerlo un poco mejor,
puedo verme, ver mis manos, sentir mi propio aliento,
y que una lágrima resbale poco a poco: esto es todo lo que necesito.

No le puedes decir a mi corazón que es suficiente,
nunca es suficiente, siempre me haces falta,
por eso escribo, por eso alargo el momento de irme,
ya lo sé: no es tu problema mi dolor y soledad.

Nadie toca el piano,
no es necesario que pase hoy mismo,
digo... quizá no sea lo más deseable,
pero hoy me sentaré ahí yo mismo.

Inhala y exhala,
un paso a la vez,
soy todo lo que necesito,
pero que difícil es.

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