Tanto que aprender,
tanto que enseñarme, tanto...
y el tiempo escaso,
que me hace pensar que tal vez ya sea demasiado tarde.
A veces tengo miedo,
miedos recurrentes como estacas
que insisto en dejar clavadas al pasado.
¿Porqué nos hacemos daños con los recuerdos?
Recuerdo ya no el día que me dejaste...
recuerdo mas bien todo lo que intentaste,
recuerdo esa luz, que brillaba como una bengala...
que acabó apagada y me dejo una sonrisa en el corazón roto.
Recuerdo los buenos días... ya no quiero recordar los malos,
todo pasa... ¿no decían? Todo pasa... ya es pasado.
Recuerdo a veces tu sonrisa, las conversaciones, los abrazos y muchos besos,
recuerdo tus frases, tus canciones, tus talentos y tu sexo...
Porque eso fue mío,
igual que mis heridas,
Acepto lo que soy, lo que fui...
Porque nunca dejarás de ser alguien como pocos conocí.
Hay días... para todo hay días,
como hoy, que te extraño, aunque no se sepa de quien hablo,
te extraño... porque eras el mejor, fui el más feliz, me dejé llevar...
dicen que le dije eso a todos... hahaha, entonces... ¿cómo adivinar?
Son secretitos de mi alma,
Cositas de esas que uno acepta de sí mismo un día,
Cómo que dejo cajitas con llaves y secretos,
Regadas, esparcidas sólo para ti.
Ya que si supieras como sueño,
Si me elevo y me dan alas,
sabrías que lo que he aprendido con el tiempo,
es que amar brilla mucho más que una bengala...
Sé que encontraremos lo que buscamos,
porque fue por eso que nos encontramos,
intento olvidar... pero un tatuaje va clavado a la piel,
sólo lleva ahora las cosas que, quede claro, son el ayer.
Más que una bengala,
el amor brilla más tiempo del que dura una bengala,
hoy parece mentira, hoy que todo ha cambiado, que todo se ha hecho diferente,
sin embargo... para eso se guardan los regalos en cajitas...
O cuando menos... para eso he dejado las mías...
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